MIS FANTASMAS

              Creo que ya lo dije, pero da igual lo repito, los detalles son lo que importa. Y yo me estoy dando cuenta que se me acumulan los detalles o sea tengo que hacer esto y lo otro, pero no pasaría nada si fuera la primera vez, lo malo es cuando llevas dos semanas o por ahí, prometiéndote que vas a hacerlos. Y ninguno es de importancia vital y cogidos de uno en uno se podía decir, ¡menuda tontería!, pero si se suman hacen o crean una sensación de fracaso, con la que ahora me peleo y a las que pretendo darle una solución. Todo empieza por no hacer las cosas en su momento y en su debido tiempo y las aplazas, pero esos aplazamientos se van acumulando y poco a poco y hagas lo que hagas, no te sientes bien contigo mismo.

                                     Se podía decir, pues ¡espabila tío! y actúa en consecuencia. Bueno vale, es lo que estoy haciendo, pero primero tengo que recoger lo que ha quedado por el medio,o sea los restos de mis escaramuzas y sobre todo y por encima de todo, disciplinarme. La disciplina siempre es necesaria y hay momentos en que se puede flexibilizar un poco, pero llegado al momento en que estoy, la disciplina es imprescindible y si antes no importaba fallar un poco, ahora no me puedo permitir ese lujo, no debo fallar en nada. ¿Y porqué?, pues muy sencillo, si ahora tengo un mínimo fallo, mi fortaleza, ahora endeble y debilitada, se derrumbará como un castillo de naipes. Los detalles suponen mucho más de que creemos y la ventaja de luchar con ellos o contra ellos, hacen cambiar el rumbo de tu vida. Aparte que los detalles se suman igual cuando no los resuelves, que cuando empiezas a solucionarlos y  si resuelves uno, esa pequeña dosis de ánimo, te hace ver que el resto están a tu alcance. Por tanto su solución se encadena fácilmente y es como tirar de un hilo invisible y es que al final del hilo tienes el premio, el premio de haber reconducido tu vida nuevamente.

                                 

Como se dice, has visto las orejas al lobo y el lobo no espera, el lobo te sigue observando y si ve un punto débil en tú defensa, el lobo se lanza al ataque. Sencillo, pero no lo es tanto, porque la teoría es fácil, lo difícil es aplicarla, pues siempre hay condicionantes con los que en principio no cuentas, pero que remedio me queda, hay que luchar y seguir para delante. A lo mejor mañana os digo que arraso con todo, pero para ello tengo que enfrentarme primero a mis propios fantasmas.Mis queridos fantasmillas, que de vez en cuando se juntan y hacen asamblea y deciden rebelarse contra su dueño, y ese dueño creo que de momento, soy yo.

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JULIO CORTÁZAR