Es curioso observar el comportamiento de uno mismo cuando se piensan
dos cosas a la vez. Las dos luchan por coger un sitio privilegiado y
cuando ya estás convencido de que te tienes que centrar en una de ellas,
va la otra idea y se cuela por el medio. Y de nuevo empieza la rueda y
da vueltas, hasta que tú te plantas con dos cojones y pones orden. Ahora
voy a priorizar por encima de todo ésta idea y la otra la aplazo por
éstas cuestiones y aún así, priorizando como tiene que ser, la idea
desplazada intenta asomar su cuerpo de mujer fatal.
En el fondo es la competitividad entre dos ideas, es la lucha por la supervivencia de una sobre la otra. No hace mucho tiempo pensaba que sólo era competitivo en el deporte, sobre todo en los deportes de raqueta (tenis, padel, ping-pong), pues me encantan y además me muevo en ellos como pez en el agua. En los demás terrenos de mi vida, pensaba que no era competitivo y esto me traía muchas contradiciones, contradiciones que partiendo de un mal planteamiento inicial, no podían ser resueltas. Con esto quiero decir que, si yo no aceptaba que fuera competitivo en los demás aspectos de mi vida, dificilmernte podía resolver mis contradiciones.
Ahora, despues de darle la vuelta a mi pellejo y lavarlo con Ariel, me doy cuenta que si no era competitivo, era simplemente por miedo. Con esto no quiero decir que apruebe o me guste ser competitivo sin escrúpulos, no, no me gusta. Me gusta o quiero ser competitivo con escrúpulos, que es muy diferente. Reconocer que uno es competitivo, es el primer paso y por primer paso, es el más difícil de todos, más o menos como echarte el primer polvo. Es donde tienes que romper tú propia virginidad en éste aspecto, en los demás supongo que éste tema está resuelto y eso duele y como duele, aunque tampoco hay que exagerar, duele al principio, que es cuando hay que desgarrar, después con la suficiente vaselina ya se ve arreglando. En los deportes de raqueta yo me dejaba y me dejo la piel jugando, a veces me pasaba de revoluciones y debido a mi edad y al sobreesfuerzo, yo me rompía por dentro. Despues una vez enfriado, la cosa adquiría tonos dolorosos, me dolía desde el epicóndilo hasta la epitróclea pasando por la rabadilla del culo.
Esto es una puerta que abro a la reflexión y por tanto aún está abierta para seguir pensando sobre ésta asunto tan espinoso y eso es lo que voy hacer, seguir pensando hasta enloquecer.
En el fondo es la competitividad entre dos ideas, es la lucha por la supervivencia de una sobre la otra. No hace mucho tiempo pensaba que sólo era competitivo en el deporte, sobre todo en los deportes de raqueta (tenis, padel, ping-pong), pues me encantan y además me muevo en ellos como pez en el agua. En los demás terrenos de mi vida, pensaba que no era competitivo y esto me traía muchas contradiciones, contradiciones que partiendo de un mal planteamiento inicial, no podían ser resueltas. Con esto quiero decir que, si yo no aceptaba que fuera competitivo en los demás aspectos de mi vida, dificilmernte podía resolver mis contradiciones.
Ahora, despues de darle la vuelta a mi pellejo y lavarlo con Ariel, me doy cuenta que si no era competitivo, era simplemente por miedo. Con esto no quiero decir que apruebe o me guste ser competitivo sin escrúpulos, no, no me gusta. Me gusta o quiero ser competitivo con escrúpulos, que es muy diferente. Reconocer que uno es competitivo, es el primer paso y por primer paso, es el más difícil de todos, más o menos como echarte el primer polvo. Es donde tienes que romper tú propia virginidad en éste aspecto, en los demás supongo que éste tema está resuelto y eso duele y como duele, aunque tampoco hay que exagerar, duele al principio, que es cuando hay que desgarrar, después con la suficiente vaselina ya se ve arreglando. En los deportes de raqueta yo me dejaba y me dejo la piel jugando, a veces me pasaba de revoluciones y debido a mi edad y al sobreesfuerzo, yo me rompía por dentro. Despues una vez enfriado, la cosa adquiría tonos dolorosos, me dolía desde el epicóndilo hasta la epitróclea pasando por la rabadilla del culo.
Esto es una puerta que abro a la reflexión y por tanto aún está abierta para seguir pensando sobre ésta asunto tan espinoso y eso es lo que voy hacer, seguir pensando hasta enloquecer.