A mi me han llegado varios correos sobre el accidente del tren en
Santiago y alguno ponía que ,los pasara. Y la verdad es que no pasé
ninguno y voy a intentar explicar el porqué. Primero que las primeras
críticas me vinieron a los 2 días y no sé, me pareció demasiado pronto
para analizar el asunto. Después que es un tema demasiado delicado y
donde se puede criticar, pero politizar tan descaradamente me pareció de
demasiado mal gusto. No sé me vino la imagen de unos cuantos tíos
buscando con lupa a ver donde estaba el fallo y asi confirmar lo que
todos sabemos: que el PP es una panda de ineptos, aparte de ladrones. Pero hay que entender lo que es el luto y el duelo y si uno lo siente como tal, no quiere saber nada del tema durante unos días, los días de duelo. Y no es sensiblería barata ni cara, es ser sensible, además que cada uno percibe estos asuntos de diferentes formas y maneras. Y yo soy de los que necesito recogerme durante un par de días, por lo menos para que semejante trago repose un poco y ya después, meterme de lleno en el análisis del asunto.
Me parece de muy mal gusto meter los dedos en la llaga cuando la cuestión está tan fresca y sólo hay que ponerse durante un momento en la piel de los familiares de los muertos y ¿qué pensarías si todo lo que se habla es de buscar al culpable?. Ahí me pareció muy razonable la postura de los dirigentes peperos respondiendo a las preguntas de los periodistas, e iban de que en primer momento se trataba de rescatar las víctimas y saber cuantos y quienes habían muerto y que los culpables quedaban para más tarde. Todo dolor tiene su tiempo de digestión y yo creo que ese lapsus siempre debía respetarse. Los muertos de un accidente así, sólo tienen dos días de protagonismo, después pasan a ser números estadísticos.










