DECEPCIÓN (Poema)

Yo me acordaba de tus pequeños ojos,
ojos rasgados y achinados,
y de su color rojo cereza,
y eran ojos llenos y rebosantes de vida,
y la vida les salía por sus pupilas,
y de repente, sí de repente, tú me has decepcionado,
y es que esperaba más de ti,
esperaba un atisbo de lo que había sido,
un beso tierno y sincero,
una caricia delicada,
una palabra de aquellos tiempos,
y ni tan siquiera una muesca,
o un trozo de metralla,
y no confundamos,
yo no esperaba nada, pero si algo más de ti,
algo que el tiempo no lo borrara,
algo que la lluvia no lo arrastrara,
y sí, esperaba un rescoldo vivo de aquella hoguera,
una luz encendida que me indicara algo,
algo que murió,
pero que había sido maravilloso,
y eso esperaba de ti,
esperaba una palabra de agradecimiento,
o una frase dedicada a mi:
"por lo feliz que fui contigo",
y por eso te digo,
que sí, que "yo si fui feliz",
y que fui feliz contigo,
y que también tengo que decirte,
 que tú si me has decepcionado.

MÁS O MENOS (Un poema tonto)

Más o menos, es más o menos,
ni más ni menos, es más o menos y punto,
más o menos es lo que te echo de menos,
más o menos es como yo me siento,
y me siento más, en algún momento,
y me siento menos, en el resto.

Y más o menos es lo que yo te quiero,
y te quiero mucho, cuando la noche se tiñe de luto,
y te quiero menos cuando me despierto,
es un querer ciclotímico y dependiente,
un querer que aumenta o disminuye,
en función de la intensidad de las luces.

Más o menos te pido que me perdones,
que me perdones por encima,
y también que me perdones por debajo,
vamos, que me perdones para salir del paso,
y también que me perdones,
 con sus más y sus menos,
y es que si me paso de sitio,
y me salgo por la tangente,
te ruego y te pido mil perdones,
y que me perdones, por supuesto,
 con sus más y sus menos.

Es que más o menos,
somos como somos o somos lo que podemos,
y es que más o menos somos seres humanos,
y sentimos y queremos y nos enamoramos,
sólo que más o menos tampoco somos iguales,
parecidos, más o menos parecidos,
y es que yo a veces,
me parezco más al perro que me cuida,
que al vecino que vive enfrente,
y menos mal que dios existe,
por lo menos para estos casos,
pues mi perro es más persona que mi vecino,
y además el perro me cuida y a veces me ilumina.

PESCAR

            No sabeis lo bien que me ha venido lo de la pescadilla, pues gracias a ella me he acordado que podía ir a pescar. Y es que hay un tío que es celador y vive en este pueblo perdido de dios, que tiene una barquita en la que va a pescar. Él ya me había invitado otras veces y yo por ser tan remolón, había desistido y mira por donde hoy y gracias a la pescadilla me acordé de la pesca. Fui a su encuentro y ya quedamos para mañana a las 6. Pescar, se me había olvidado esa posibilidad, con lo que me gusta faenar con los sedales y anzuelos y el cubo repleto de pescado fresco y vivo. Y también el hecho, de que sean las 6 de la mañana, que es cuando el mar enseña sus encantos y sus secretos. Salir a pescar de noche, a las 6 aún es de noche y ver como sale el sol y desde el agua, es algo que no tiene precio y que sólo por ese hecho merece la pena apuntarse a pescar. Aunque claro, si el cubo viene lleno de pescado, mejor que mejor y el que diga lo contrario es que es gilipollas.

                         
                                   Parece mentira pero con ésta tontería de la pesca, el día ha cambiado de tornas y ahora estoy animado y con ganas de que llegue mañana. Es curioso el ver como te bloqueas a veces, y lo que tienes delante de tus narices no eres capaz de verlo, como si fueras pitoño y ciego. Llevaba unos días pensando en ir a pescar desde roca y pensaba llamar a un conocido, pero tampoco me entusiasmaba, pescar desde tierra me resulta un tanto aburrido: no se ve el mar desde dentro y desde sus entrañas, la vista se limita a lo que tienes delante y la pesca suele ser escasa y todo eso cuenta y suma y por tanto no me entusiasma. Mañana toca madrugón, pero sarna con gusto no pica y mañana seguro que pesco una ballena, una ballena no, que está protegida, pero si un mero de 8 kilos, por lo menos.

LA MORRIÑA

Y hoy es día 23 y sólo me queda un día para volver a mi refugio vital, a mi casa, casa. Y digo casa casa, porque hay casas y casas. Hay casas que son tu casa porque no tienes otro remedio y eso es que hay y hay casas que si son tu casa o tu verdadero hogar y de éstas últimas no hay muchas. Yo sólo recuerdo haber tenido dos casas casas en mi vida, la casa de Chiclana y la actual de Menorca. Y la de Chiclana en especial, en especial por todo, por ser casa de campo, por ser preciosa, porque los niños eran pequeños y porque me encanta vivir al aire libre. De los mejores años de mi vida los pasé yo en esa casa casa y me acuerdo tanto de ella, me acuerdo tanto, que ahora volvería hacia atrás en el tiempo.

                                        Y en verano en especial me entra el yuyu y es que no puedo con esos recuerdos: la playa inmensa y sus puestas de sol, las mareas bajas y espléndidas, las olas, el chiringuito, el campo, los árboles, la piscina, las cigüeñas y los flamencos, el césped y la hierba, las flores y sus esencias de olores y los niños jugando por todos los rincones. Todo muy bucólico, pero os juro que lo siento así y eso hace daño, hace daño en la sensibilidad más profunda y se manifiesta con ataques de melancolía o de morriña. O sea que hoy estoy melancólico y tengo morriña de aquellos tiempos y ya sabemos que en la distancia todo se idealiza y lo que fue bonito ahora lo veo más bonito, pero lo objetivo es que yo lo viví y no hace tanto tiempo. Aunque cuando veo a mis hijos y veo su estado actual, me da la impresión de que ha pasado un siglo, pero bueno es la nostalgia que se tiene de los mejores momentos y que de vez en cuando clava su aguijón.

                                       Y mi casa casa actual, mi casa de Menorquina, pues estoy en ello, bregando con ella e intentando mejorarla. Pero es mucha casa para uno sólo y de momento aún vienen mis hijos, y ya veremos más adelante si se van a la Universidad, ya veremos si no me entra el síndrome del nido vacío. Seguro que me entra, pues de él nadie se libra.

LA PESCADILLA

Antes hablé de ayer y ¿ hoy cómo me encuentro?. Pues me encuentro recomponiendo mi rompecabezas y no de muy buen humor, por cierto. Hoy estoy cabreado con el mundo y en concreto con mi mundo, mi pequeño y chiquito mundo, mi mundo de cada día. Y éste cabreo me bloquea y no soy capaz de avanzar y de adentrarme en otros pensamientos, que no sea mi propio cabreo. Supongo que para dar otro paso, hay que romper previamente tu esquema anterior, si queda demostrado que ha fallado y ya sea por cansancio o por usarlo demasiado o porque se quedó anquilosado. Entonces, todo clama al cielo, y se plantea la necesidad de un cambio, de un puto cambio. Y parece una tontería tonta, una estupidez más, una gilipollez de las mías, que yo siga dándole vueltas y vueltas como una veleta, pero cada uno es como es y yo soy así porque dios me hizo así de gilipollas. Quién me diera deshacer este nudo con el simple hecho de irme a la playa o a darme una vuelta o echarme una paja, si fuera así de fácil ya estaría haciendo todo a la vez: paseando por la playa y pajeándome en el agua.

Además hoy me suda mi cabeza y cuando mi cabeza suda es que por dentro estoy hirviendo y el sudor sólo es un síntoma de mi alta temperatura. Y si suda mi cabeza figuraros como suda mi cuerpo, pues por todos mis poros y como una máquina de vapor a toda hostia. El calor húmedo y pegajoso, tan típico del Mediterráneo y tan molesto como mi cabreo y es que entre los dos me están poniendo carioco. Y hablando de carioco, me acordé de la carioca o pescadilla, que siempre se muerde la cola y hoy es lo que me define mejor: la pescadilla que se muerde la cola, sólo que ahora la cola empieza a dolerme de tanto morderla
 y eso me altera aún más.

VIERNES 23 DE AGOSTO

           Viernes 23 de agosto y séptimo día de vacaciones y aquí seguimos sobreviviendo, porque está claro que ahora sobrevivo y no vivo. Vivir es otra cosa diferente, es hacer lo que quieres y también lo que puedes, pero siempre dominando el polo de tus querencias. Yo en cambio hago lo que puedo, pues estoy marcado por mis carencias, que no querencias. Mis carencias que son bastante materialistas y en concreto me refiero al dinero, al estar a dos velas no puedo realizar ninguno de mis planes, que por desgracia dependen del dinero. Bueno pues eso, voy sobreviviendo y a veces voy viento en popa y a toda vela y en otras ocasiones, voy para atrás como los cangrejos.

                              
                              Ayer tuve un día difícil, un día de rozar el límite y es que por primera vez en más de un año, casi año y medio, le vi de nuevo los cuernos al toro. Hasta ahora me consideré invencible como el Titanic y no me asustaba nada, ni las tormentas, ni las galernas, ni los tsunamis y ayer se entreabrió la puerta, la puerta de mi infierno particular y pude ver y durante un rato, que tras esa puerta hay rechinar de dientes o sea miedo en el cuerpo. Y se quedó en eso, en miedo, pero fue suficiente para plantearme que debo tener cuidado, que como no luche más y con más fuerza, las puertas de mi infierno las tengo delante de mí y que están abiertas y dispuestas para recibirme. 

                              Es un aviso y una advertencia y al cual debo rendir mis respetos y es que a veces pasa eso, que se juntan a la vez todas las dificultades. ¿Y quién dice que eso no puede volver a pasar? o ¿que se presenten con mayor virulencia?, puede que sí y puede que no, pero por si acaso es sí, mis defensas deben estar preparadas y estar dispuesto al contraataque. ¡ Joder! y dicen que vivir es fácil, pues será fácil para los atontados que nunca se mojan o que no se enteran o que pasan por ella y se van de rositas o de margaritas. Para los demás mortales, la vida es muy difícil y a veces muy grata, pero sólo a veces.

DURO (Poema)

TITANIO Y ACERO,
ASI SOY YO DE DURO,
MÁS DURO QUE EL PAN DURO,
TAN DURO QUE LO QUE TOCO SE DERRITE,
NI LOS MISILES ME  TUMBAN,
NI SIQUIERA LAS BOMBAS NUCLEARES,
Y ES QUE DE URANIO SON MIS PILAS ATÓMICAS,
DE URANIO ENRIQUECIDO Y NÚCLEO DE PLUTONIO,
Y ESO ES LO QUE ME PREGUNTO,
QUE HAGO YO AQUÍ EN EL PLANETA TIERRA,
SI YO TENGO LOS OJOS VERDES
Y LA RETINA DESPRENDIDA,
Y ES QUE DE CIEGO QUE VOY,
SÓLO OIGO Y ESCUCHO,
Y YO ME PREGUNTO DE NUEVO,
EL PORQUÉ NO PUEDO VIAJAR,
A TRAVÉS DEL SILENCIO ABSOLUTO.

ME ABURRO POR AQUÍ, ME ABURRO POR ALLÁ...

  Me aburro por aquí, me aburro por allá, haciendo esto o lo otro me aburro igualmente. O sea me aburro por los cuatro costados y me siento ...