LA HOSTIA

Ya es hora de despedirse hasta mañana, ya pasan de las 12 de la noche y como ya vendí todo mi pescado y espero que fuera rico y variado, pues eso que tendré que decir adiós y hasta mañana. Mañana es Domingo y tengo que ir a misa, que siempre y como buen católico, voy a primera hora y eso significa el levantarme a las 6 de la mañana. Pero en realidad me despierto y hago el gesto de la levantada y a continuación me duermo sobre el otro lado de mi cuerpo y por eso de no tener tantos malos sueños sobre el ir a Misa y demás gaitas religiosas.

Yo soy católico de nacimiento y mis padres me bautizaron como tal. Pero pronto y de muy pequeñito aprendí a escaquearme, llegaba tarde a los actos eclesiásticos, me iba antes, me dolía la barriga, tenía vómitos incoercibles y todas esas cosas que se inventan para el escaqueo. Y las Confesiones, que mientras eran obligatorias tenía que hacerlas, y te ponías de rodillas ante un cura que suponías que estaba al otro lado, pues casi no se le veía la cara y siempre eran las mismas confesiones: Padre he dicho una palabra fea, Padre he tenido malos pensamientos, Padre cogí algo que no era mío, Padre me he masturbado.

Y bueno los castigos que te aplicaba el cura también eran los mismos, rezas el rosario entero y hasta la última letra. El Comulgar nunca me gustó un pijo y eso que la Hostia estaba buena, pero eso que me dieran el cuerpo de Cristo dentro de una Hostia, nunca me gustó y porque no soy caníbal. Me enrollo como las persianas, iba a despedirme y  venga a hablar de hostias. Pues ya corto y en plan radical. ¡Buenas noches y hasta mañana!.