MI MISIÓN

Las campanas de la Iglesia anuncian algo con su continuo repicar y no sé si será porque anuncian el funeral de un difunto o que me están avisando de que me preparé para ir a currar. Las alarmas suenan por todos los lados y hasta la Iglesia se alía contra mi. La Iglesia, el Estado, las fuerzas vivas, la policía, mis jefes, todos se alían contra mí. Es un contubernio de poderes, es la alianza atlántica, es la Nasa, es Putin, es Obama y todos ellos me señalan la puerta de mi casa y me dicen al unísono: Bruno ya te tienes que ir.

A veces, para ir a currar tienes que fantasmear y hacerte más importante de lo que realmente eres. Y porque a mí en éste momento sino me lo dice Obama, yo no levanto el culo de mi asiento. "Bruno es importante para la salvación del mundo occidental, que levantes el culo y te pongas de pie...". Y yo ante esto y pidiéndomelo el Obama ¿qué voy a hacer?, pues muy simple, ponerme de pie y cumplir con mi misión de salvar al mundo.

Vamos, hacer como un soldado más. Saludar con mi mano y hacer sonar mis tacones y con firme paso militar dirigir mis pies a la Clínica donde cumpliré a pies juntillas con mi misión: salvar al mundo mundial. Yo que soy un don nadie, pero soy un don nadie sólo para algunos, para otros soy una persona más bajo las estrellas, pero hoy me siento como un patriota de la Tierra y estoy obligado a tener que ir a currar. ¡Qué putada!, podía acabar la cosa de otra manera, digo yo.