
Día 10 de Enero de 2.014 y es viernes. Un viernes que podía ser como cualquier viernes, pero para mi es un viernes distinto, mañana tengo guardia y entonces no es viernes que precede al fin de semana, es el que precede a una guardia. Tampoco me muero por ello, estaría bueno que a éstas alturas de la película me supusiera un problema, yo sólo remarco la diferencia.
Mañana me toca en el otro extremo de la Isla, a 45 km. o sea casi la mayor distancia que existen entre los dos puntos más lejanos, yo vivo en en la zona del Este o por donde sale el sol o el primer rayo de sol de España. De momento sigue siendo España, no sé más adelante lo que será y a lo mejor viene un jeque árabe y se compra la Isla, como se compra los equipos de fútbol o viene el Artur Más y sus huestes independentistas y conquista la Isla y Menorca pasa a ser una colonia catalana y ésta Isla para a ser el descanso del guerrero catalán.
A mi que más me da ocho que dieciocho, que me importa estar bajo la sombra de una bandera española o de la senyera, los dos son banderas y son igualmente de tela y el viento las mece o las mueve de la misma manera. Para mi el problema no está bajo que bandera se ponga o se someta ésta Isla, para mi el problema es seguir bajo cualquier bandera y sea del color que sea. No soporto más los sentimientos patrios y el por mi patria daría lo que sea, pues que cada uno dé lo que le da la gana dar o sentir, ¡sólo faltaría!, pero que no obliguen a los demás a sentir lo mismo.

Yo me declaro apátrida y eso ¿debe estar castigado? y me declaro apátrida porque yo lucho por romper corsés y ser libre pensador. Yo lucho por mi y por toda la humanidad, no lucho por carnets de identidad y mira tío yo soy español o catalán y soy más rico que tú, que eres un pringao portugués o griego o africano o sudamericano. Yo si lucho es por algo y ese algo debe de satisfacerme y lo más plenamente posible, no lucho porque los demás me digan que eso hay que hacerlo, ni porque en la coyuntura actual es lo más conveniente. Yo no soy político, yo soy persona y sobre todo yo soy un ser humano.
Y un ser humano debe de luchar por y con todos los seres humanos y no y según de que parcela sea o provenga. Si ya sé que esto es tirarse por un precipicio y que es un canto a la utopía, pero yo como Artur Más tengo derecho a tener un sueño. Y en mi sueño repito, que no hay símbolos ni banderas, no hay exaltaciones a los sentimientos patrios, no hay el
"yo amo a mi país y beso la bandera", por no haber no hay ejércitos ni hay armas.

En mi sueño sólo hay sentimientos humanos y esa es mi única patria y esa es mi única bandera. Yo de amar, amo a las personas y no a todas, ni mucho menos, pero lo que tengo claro, es que no amo a los objetos, yo no puedo amar a un trozo de tierra o a un pedazo de tela, puedo sentir apego y cariño y por ser el sitio donde he nacido, pero como animales inteligentes que somos o que debíamos ser, tenemos la obligación de saltarnos las fronteras y evolucionar como seres humanos y no aferrarnos al útero materno y porque es lo único que conocemos.
El útero materno es nuestra referencia del donde nacimos y eso crea un vínculo, pero después ya somos libres para que ese vínculo sea tan grande como es la Tierra e incluso como es el Universo. La ventaja de los sueños, es que no tienen límites, lo que tiene límite es nuestro raciocinio, siempre encasillado y lleno de prejuicios.