
Durante esos años aprendes a relacionarte con los otros niñatos que estudian contigo y haces pandi, pandi pija, pero pandi. En el tiempo libre te dedicas a ir a fiestas mundanas y sobre todo a esnifar farlopa. Ya sabéis que la farlopa da mucho rango y poderío y por eso les encanta a estos aprendices de hijo puta. En los descansos vas planificando tu futuro y vas cogiendo los contactos necesarios para ser un chorizo con clase y con mucha alevosía.
Estudiar no hace falta, ya paga Papá lo suficiente, para que apruebes todas y hasta con buena nota. Los Veranos son muy importantes, pues son época de veraneo y por tanto, época de desmadre comedido. Follar, beber y esnifar y por las mañanas relacionarte con el resto de los Papis de los niños pijos. Así ya te estás labrando tu futuro y poco a poco la creme de la creme, va dejando que entren los nuevos cachorros o sea te van abriendo hueco. Y los Papis todos contentos con sus alevines, y mira como liga el hijo de la Condesa, y mira que poderío de pasta tiene el cachorro del Aznar y hay que dejar que nuestro hijos se diviertan como quieran, que después ya sabrán lo que es estar todo el día explotando y robando.
Algunos se divierten en exceso y se meten de tuneros y cantan lindas canciones sobre lo triste y sola que se queda Fonseca y siempre a ritmo de bandurria y pandereta. Después los Papis tiene que rescatarlos de tanto dispendio y los mandan a desintoxicarse de alcohol y farlopa a una clínica que hay en Suiza. Eso los que pueden, que son casi todos, pero siempre hay algún garbanzo negro que se ha colado y en consecuencia su Papi no tiene la pasta necesaria para su desintoxicación y estos se quedan colgados. Son los que con 40 años siguen en la Tuna y ya calvos, arrastrados y babosos, siguen cantando lo triste y sola que se queda Fonseca.