CELOS

Y puede ser que ahora que he vuelto a casa no tenga ganas de volver a  currar ésta noche. He acabado en un sitio y tengo media hora por delante, para irme al otro. Una buena ducha y a cenar fruta y lo que pagaría por poderme quedar. Creo que me estoy haciendo más casero que nunca y como mi casa ninguna y como mi mesa de estudio y como mi cama o como mi cuarto de baño. O la mejor es la vejez la que hace envolverme más con mis cosas o a lo mejor es que estoy cansado de andar tirado por habitaciones asépticas e incómodas. Porque las habitaciones de los curres están carentes del mínimo detalle personal y todo está en orden, pero en su orden impersonal.

Me  acuerdo que cuando iba a Madrid y a casa de mi hermana, pues que me dejaba dormir en la cama de su hijo o de mi sobrino. Y era una especie de camarote de barco y estaba decorada como tal, pero aquella habitación estaba con todos los avíos decorativos y en  cambio estaba carente de vida, le faltaban detalles personales que cualquier niño tiene. Hombre tenía dos fotos de winsurf, deporte que mi sobrino practicaba y ya estaba, ya no había más florituras. Pues me costaba dormir un huevo, pues me sentía en una habitación extraña y sin personalidad.

En una habitación aparte de la cama, la mesa y la mesilla de noche, debe haber alguna foto o un cuadro que te identifique algo y libros que estás leyendo o que has leído, alguna revista o algún cómic o sea con cosas que te gusten. Algo que identifique en parte quién allí vive y duerme o sea algo que te identifique como persona, pues eso llena más de lo que pensamos. Pero una habitación del curre tiene que ser aséptica e insulsa por definición, porque si dejas de alguna manera tu huella, siempre hay alguien que se cela y ¡joder! que la habitación no es tuya y que es de todos, te dicen los celosos compañeros.

¡TE QUIERO! (Poema)







Si te digo que te quiero,

yo sé que me quedo corto,

pues no hay palabras, ni hechos,

ni siquiera hay besos

      que expresen ese sentimiento,

solo está mi voz y la expresión de mi mirada,

y por favor mírame a los ojos,

y busca en el fondo de mi retina,

y allí y en letras de oro y plata,

aflora lo que quiere y siente mi alma

y son ríos y son montañas

y son profundos sentimientos,

y todos ellos laten como la misma vida,

y yo tengo el corazón en el lado izquierdo

y cuando pienso en ti,

noto como anda y como se desplaza,

y entonces me inundo de tesoros

y de maravillosas palabras,

pero cuando éstas salen por mi boca,

pierden su original belleza,

 y se convierten en simples sonidos

o en palabras que suenan a hueco,

y no sé, que debo decir,

y no sé, que debo hacer,

y si debo callarme y para siempre,

o debo seguir diciendo,

esas dos palabras tan incompletas,

y por eso tengo que decirte,

 que aún así,  ¡yo te quiero!.

¡CÁDIZ!

Pues aquí estamos, de guardia y vestidito de uniforme. Hoy día encapotado y de calor espeso y húmedo. Y ya sé que tiene que haber todo tipo de días, pero yo a los días así no los soporto, prefiero que llueve o que nieve, me da igual con tal de que el día se despeje y por que al final acabo yo contagiado y me vuelvo tan gris como el día. Hoy entré a las 8 de la mañana y me toca aquí hasta las 20 horas y después tengo hora y media de descanso y me voy a la Clínica Privada a pasar la noche, por tanto hoy curro 24 horas, sólo que en dos partes o en dos sitios. Día largo el de hoy, pues de cada vez más se me hace cuesta arriba esto de las guardias y de dormir fuera de mi casa. Supongo que mi cuerpo y mi mente me están pidiendo las vacaciones a gritos.

Apenas queda un mes, pues el 15 de Julio empiezo mis vacaciones estivales. Supongo no, seguro que me voy a mis tierras gaditanas y a recordar los viejos tiempos. Añoro mucho esas tierras y si esta vez pudiera pasar al Moro o sea a Marruecos, sería el tío más feliz del mundo. Y sino me consuelo tranquilamente quedándome en ésta parte de la orilla,  y visito Tarifa y sus playas y sus maravillosas vistas a África. Y la playa de Bolonia con esa duna inmensa y sus ruinas romanas. Y los atardeceres en la playa de Chiclana y los baños a las 10 de la noche y cuando el sol se esconde tras el horizonte. Tierra bella y entrañable y hermosas marismas y blancas y grandes playas y hacia el norte también hay montaña, " la Ruta de los Pueblos Blancos", que como su propio nombre indica, están todos los pueblos encaladitos de blanco.

Albero, añil y blanco, la combinación perfecta de colores en un ambiente tan lleno de luz y de luz tan clara. Yo si alguna vez quisiera tener una bandera, cosa que dudo y mucho, le pondría estos tres colores tan vivos e iluminados. Quizá a estos tres colores le falte como complemento el azul marino, el color del océano Atlántico y el azul cielo, azul más claro y tirando a brillante. Yo lo que sé, es que adoro a mi tierra Gaditana.

ME ABURRO POR AQUÍ, ME ABURRO POR ALLÁ...

  Me aburro por aquí, me aburro por allá, haciendo esto o lo otro me aburro igualmente. O sea me aburro por los cuatro costados y me siento ...