LOS LISTILLOS

Hay técnicas para todo, para relajarse, para follar  mejor, para dormir adecuadamente y hasta para ser más productivo y ahora un descanso y después produces el doble. Todo está estudiado en éste mundo y cuando uno piensa que su idea es inmensa y que es nueva y te sientes el mejor de la tribu, va y resulta que buscando en las grandes enciclopedias de la vida, hubo un tío que tuvo esa misma idea hace 10 siglos y entonces se te queda una cara de tonto que no veas.

Bueno, pues hay muchos emprendedores sueltos que se creen los gallos del gallinero y cacarean sus logros e ideas como si fueran originales. Y como se le dice a un listillo de estos, que están muy equivocados, como decírselo para causarles el menor daño posible antes de matarlos. Pues, espetándoselo a la cara y decirle, tío eres un bobo que no te enteras de nada y deja de dar la murga con tu gran invento de mierda. Y si lo hundes, pues mejor, otro submarino hundido y aquí no pasó nada.

El verdadero daño se lo haces, sino le dices nada y haces mutis por el forro y por que el tío se lo va creer y se crecerá y al final, te pisará como a un gusano. A los listillos hay que meterles caña y darles palos inmensos y es más hay que recompensar de alguna manera, el que te cargues a alguno. No sé, un viaje por el Caribe o por el Mar Mediterráneo o un millón de euros de recompensa.

EL LIMBO

Pero bueno, después de los Temporales de malas noticias siempre viene la calma chicha y hasta ni se mueven las hojas de los árboles y es como estar en el Limbo celestial. Te quedas agotado por el esfuerzo de tener que nadar contra las corrientes y ese tiempo de calma ayuda y mucho, a sentirte fuera de sitio. Más o menos y valga la comparación, te quedas como uno se queda después de echarse un polvete y me ratifico aún más, que es como estar en el Limbo.

La diferencia es clara, después de un polvete te quedas en el Limbo, pero en el Limbo de los buenos y en cambio después de un Temporal de malas noticias, te quedas en el Limbo malo de la vida. Y se distinguen en que en el malo, no dejas de comerte el coco, sí, con los pensamientos más amainados, pero que siguen presentes. Después de un polvete, no te comes el coco para nada y a lo mejor en lo que piensas es cuando caerá el siguiente.

Mientras no tengas que pensar en el tema de la tortilla cuando echas un polvete, todo va más o menos bien. Lo de la Tortilla ya lo he explicado y se hacía y no sé si se sigue haciendo, cuando querías prolongar el plovete y para no correte. Muy sencillo, cuando estabas trajinando y en cambio de centrarte en la carne ajena, pues se trataba de pensar en como harías una tortilla de patatas y así despistabas a tus pensamientos más placenteros. En definitiva se trataba de atrasar la corrida y para que la tía no se quejara de que eras un eyaculador precoz.

Fernando Pessoa. "Yo plural"

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