MUELAS Y CEREBRO

Y oh!! sorpresa, mi vieja muela ha resucitado con su intenso dolor y por tanto son las 4 de la mañana y estoy aquí sentado y haciendo el gilipollas. Me despertado retorcido de dolor y me he zampado otro calmante y ahora sólo espero a que llegue su efecto de alivio, porque si ahora mismo me vuelvo a acostar, la muela me dará latigazos de dolor con más fuerza. ¿Tendré que quitármela?, pues es bastante seguro y es que si no me la quitan me la arranco yo con mis manos.

No soporto el dolor de muelas o mejor dicho, no soporto cualquier tipo de dolor y más cuando es gratuito. Pero el de muelas sí que lo he probado muchas veces, pues tengo la desgracia de ser un fumador empedernido y en consecuencia, mis piezas dentarias están para tirarse al monte y pasarse a la clandestinidad. Mis dientes, mis muelas y mis pulmones, no entrarán en la donación de mis órganos, del resto creo que aún se podrá aprovechar algo.

El Cerebro no, porque mi Cerebro ya lo tengo comprometido para donarlo a la ciencia y que así puedan interpretar el como funciona un supercerebro como el mío. Mi Cerebro es de clase A, es eficiente, es rápido, consume poco y procesa a toda hostia y además desde que lo pasé por la ITV del Loquero, está estable y no padece depresiones ni brotes psicóticos.Supongo que cuando lo done, ma cambio me pondrán un monolito en una plaza calquiera, una gran piedra en forma de polla  y que ponga en su base: "el Cerebro de Bruno, que tuvo más Cerebro que Polla".

UN PUTO ACOJONADO

Dicen y dicen que en éste pueblo a la 1 de la mañana salen las brujas a pasear y como yo creo en ellas y en lo que me echen y además como ahora es la 1 de la mañana, pongo mis antenas en estado de alarma y me quedo al acecho. Porque a la 1 de la mañana en éste pueblo no queda ni el apuntador, todo dios está metido en su sobre, menos yo. Yo ya asumo que soy un tío raro para los demás, porque yo me veo muy normal y tan normal que hasta voy vestido como los demás. Llevo pantalón vaquero, llevo la camisa de fuerza, llevo calcetines de ejecutivo y llevo los calzoncillos todos guarros.

Como veis yo soy un tío normal. Y además cuando voy por la calle saludo correctamente a la gente y hasta intercambio cuatro palabras sin importancia, lo único malo que tengo yo, es que cuando me cruzo con un gilipollas, me pongo del revés y tengo que agarrarme a mi mismo, para no irle a la chepa y comerle su cerebro maligno. Pero por todo lo demás, soy uno más de la tribu, un indio más que baila alrededor de la hoguera, un cheroqui con mocasines de piel de búfalo, un pringado más que se queda sin pasta a medio mes y que tiene que recurrir a los usureros buitres.

Sí, tengo por el medio una gran hipoteca, un coche ya pagado pero un poco destartalado, tengo tres hijos que más que hijos parecen tres pirañas, tengo que ejercer de chamán de la tribu, tengo que hacer que curo lo incurable, tengo que dormir y no puedo, tengo que decir basta y que estoy hasta los cojones de tanta corruptela, tengo que decir que sí, cuando es que no, tengo mis obligaciones y deberes y pocas compensaciones y aún así...y aún así, no me quejo de nada. No me quejo, no por nada, no me quejo porque en definitiva, soy un puto acojonado.

ASÍ SOY YO

Me he quedado sin nada, sin fotos y eso se nota, sin amigos, sin charlatanes de cafetería, sin pasta gansa, y sin nadie que me quiera o que me ceda algo de cariño. Y es que el que no llora no mama y yo ante esa frase me quito el sombrero y digo: yo lloro a mares y a ver si me cae esa breba de que alguien me quiera. Pero no, la vida no es así de fácil y tienes que tener muchas cosas para tener un encanto. Porque vamos a ver, un tío como yo, añejo, resabido, arruinado, vicioso y  asqueroso, requetesabidillo y un tanto pedante, ¿a quién le puede gustar?.

A mi desde luego, no. A un sordo puede, a un ciego, a un leproso, a una larva, puede que yo le guste, pero a un ser humano que tiene su orgullo y su gusto, lo más seguro, es que no. Un baboso como yo, tiene su lugar en el subsuelo y al lado de los gusanos y lombrices. Lo siento pero es que a veces me gusta flagelarme y es entonces cuando me pongo así de duro. Porque puestos  a castigarme, ¿qué merezco yo? y con esa sola pregunta, yo me derrumbo como un castillo de naipes.

Por tanto y concluyo, cada uno tiene lo que se merece y lo que se ha ganado a pulso. y yo precisamente no me he ganado el cielo, me he ganado mi actual estado: deprimido, vilipendiado, insultado, maltratado por mi mismo y asqueado de haber nacido. Como dije antes me encanta hacerme la víctima y todo por si un alma caritativa se compadece de mi y me acoge en su seno o mejor dicho, entre sus senos y entonces empieza de nuevo la fiesta...

PREFIERO...

Ya pasan  de las 12 de la noche y ya es hora de tomarse el biberón, para a continuación, irse directamente al catre a sobar y a soñar con la angelitos. Y dado el como estoy hoy, a todos los angelitos les daré por su sacrosanto culito y el que no se deje y que me cierre el culo como una boca de piñón, que siempre hay alguno, que me haga una mamada celestial, de esas que hacen que te olvides de la amargura de tu existencia  en la Tierra. Tengo que reconocer que estoy guarrete y porque no son horas de hablar de algunos temas.

A  éstas horas debía estar rezando de rodillas a los pies de mi cama y pidiendo a dios que me perdone por tanto pensamiento pecaminoso. Pobres angelitos asexuados que no entienden nada de sexo humano, solo lo intuyen y por lo cual se ponen nerviosos y por eso mueven sus alitas como si fueran lindos pajaritos. A mi gustan más los demonios, todos rojos, con cuernos ramificados, con rabo y con caras de malos. Y eso mismo me pasa con las personas, que las prefiero malvadas, con sorna más que irónica y que no se corten de decir las cosas a la cara.

Prefiero la carne fresca que la carne requemeda. Prefiero el malo antes que el bueno. Prefiero..., prefiero una bofetada bien dada, que una medio bofetada y porque esa media quedará guardada. Prefiero la cruda verdad, que la mentira compasiva. Prefiero que nadie me toque los cojones, porque si me los toca yo se los arranco de cuajo. Prefiero un buen beso, que mil  falsos besos. En definitiva, prefiero que alguien me diga, te quiero y que me lo diga cien veces, pero eso sí, jurando sobre una biblia.

ENFERMERAS

 Y hoy es Sábado y como es Sábado debía hacer algo importante, pero debía no es igual a que lo vaya a hacer. Debía, debía, debía, me paso la vida debiendo y no sé porqué. Porque como decía esa canción, que por cierto era una mierda hortera y desafinada: "yo pago mis impuestos y tengo una enfermera de noche...y la, la, lá" y menuda vergüenza me da el tema. Además que tiene que ver que uno pague sus impuestos con tener una enfermera de noche y es que además ya rayando más el tema, ¿qué coño es una enfermera de noche?.

Si yo fuera enfermero le ponía una denuncia al cantante, que se le iba a caer el pelo. Porque ya de por sí ya agobia el tema de la enfermeras con su minifalda y su cofia hortera y ridícula y cuantas pelis de porno se hicieron con ese monotema y cuantas pajas se hicieron algunos pacientes encamados, y es que por la mañana aparecían pegadas las sábanas por el punto medio. Y que ese tema no es lo mismo que el de los médicos y tampoco es parecido, porque el de los médicos con su bata blanca y sacrosanta y ese fonendo colgado al cuello como si fuera un fular, también tiene delito. Y tanto rollo medio sexual que se dice que hay en los Hospitales y yo os juro por mis muertos, que nunca me comí una rosca de nada

Yo sé de historias, yo sé que las hubo y que puede haberlas como en cualquier trabajo y digo como se dice con las brujas, habélas hainas, pero mientras yo no me pille ninguna, seguiré diciendo que son suposiciones. Cuando alguien me eche un polvete encima de la mesa de operaciones, a lo mejor cambio de parecer y de criterio, mientras tanto digo, que no me creo nada de la película.

JULIO CORTÁZAR