REMORDIMIENTOS

Yo no hablo más de lo tremebundo que se ha puesto el día, porque al final, me contagio del día y me pongo tremendista y como resultado, me pongo a llorar. Y como ya no sé como se llora, lo paso fatal, ¿se me hinchan los ojos o se me hinchan los huevos o las dos cosas a la vez?. Pero sé que algo pasa en mi interior, es como una convulsión. Y para estar convulsionando está la vida, hay que hacer tantas cosas, hay que ir resolviendo tantos entuertos y tantos malos entendidos que así, si los vas resolviendo, al final del día descansarás en la placidez de tu cama y sin remordimientos.

Que después pasa que los remordimientos no te dejan dormir. Los remordimientos son como Pirañas que te van dando bocados por dentro y las Pirañas son voraces y al final te quedas con el esqueleto de tu cuerpo y con unas tiras de la piel. Los remordimientos se tienen cuando no has hecho las cosas bien, cuando hiciste lo contrario de lo que pensabas hacer o cuando no hiciste nada de nada de lo que tenías que hacer. Por activa o por pasiva los remordimientos pueden aparecer.

Y de ti y de lo que hagas y como lo hagas, podrán ser simples pirañas o serpientes de dos cabezas, que éstas son peores. Son peores porque cuando se retuercen te producen espasmos musculares y tetanias. Vamos, que te dejan más tieso que una vela por el dolor que te producen y porque con sus dos cabezas, te inyectan su veneno dos veces y ese veneno es mortal de necesidad. Las pirañas te dejan soñar, pero las serpientes de dos cabezas se cuelan en tus sueños y no te dejan respirar. Lo digo yo, que en éste tema soy Catedrático de la Universidad.

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JULIO CORTÁZAR