Hoy tengo dudas, dudas universales. Y también las tengo humanas, pues dudo de todo un poco. Quizá sea porque se acerca mi hora, mi hora bruja, mi momento tan esperado, mi decisión más importante en estos tres años. Hoy me toca consulta con mi brujo o psiquiatra y eso, me produce un cierto desazón o cierta angustia. Me siento más inquieto que de costumbre, quiero planificar mi discurso pero al mismo tiempo me digo, es mejor hacerlo improvisado y así no matizo tanto, no acentúo eso y no quito de lo otro.
Al final, será de las dos maneras, una parte meditada y planificada y la otra, al libre albedrío. Me conozco lo suficiente para saber que no iré en pelotas, que antes le daré mil vueltas a las cosas, pero como son tantas y muchas están revueltas, una parte quedará sin analizar. De todas formas yo ya empezado mi propia terapia y sé más o menos de que pie cojeo, sólo me falta el permiso Papal o el disparo de salida y lo necesito porque quiero tener un orden en mis pensamientos. O sea priorizar objetivos y escalonarlos y para ello, necesito una mano externa o una mano lo más imparcial posible.
Necesito orden en mis cosas y orden dentro de mi cabeza. Y con el orden, debe venir la disciplina. Y para todo ello repito, necesito a alguien, alguien que me ayude a priorizar, alguien que me controle o alguien que me diga esto no lo hiciste o lo hiciste pero lo hiciste mal o bien. Estoy en pleno estado confusional, pero estoy tan seguro que saldré de él, que por eso me ofrezco a ser de nuevo carne de cañón. Me vuelvo a poner en manos de un Loquero y a lo mejor mañana, ya ni os conozco.
Al final, será de las dos maneras, una parte meditada y planificada y la otra, al libre albedrío. Me conozco lo suficiente para saber que no iré en pelotas, que antes le daré mil vueltas a las cosas, pero como son tantas y muchas están revueltas, una parte quedará sin analizar. De todas formas yo ya empezado mi propia terapia y sé más o menos de que pie cojeo, sólo me falta el permiso Papal o el disparo de salida y lo necesito porque quiero tener un orden en mis pensamientos. O sea priorizar objetivos y escalonarlos y para ello, necesito una mano externa o una mano lo más imparcial posible.
Necesito orden en mis cosas y orden dentro de mi cabeza. Y con el orden, debe venir la disciplina. Y para todo ello repito, necesito a alguien, alguien que me ayude a priorizar, alguien que me controle o alguien que me diga esto no lo hiciste o lo hiciste pero lo hiciste mal o bien. Estoy en pleno estado confusional, pero estoy tan seguro que saldré de él, que por eso me ofrezco a ser de nuevo carne de cañón. Me vuelvo a poner en manos de un Loquero y a lo mejor mañana, ya ni os conozco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario