
Pero bueno, algo siempre se arranca, algo siempre se aprende y eso te hace mejorar como persona y además, te hace ser más fuerte. Y cuidado con las fortalezas, porque muchas veces engañan. Puedes considerarte el Rey sol o sea infalible e invencible y viene una mala noticia y te derrumba como un castillo de naipes. Las fortalezas están bien en su punto, pues un exceso de ellas te van debilitando. ¿Quién es el guapo que no tiene su Talón de Aquiles?.
Y mira que vi caer torres más altas y he visto gente triunfante derretirse como un helado al sol. Por tanto mi único consejo en éste escrito, es ser un tío flexible. Un tío no dogmático, un tío apasionado, un tío fuerte hasta un punto, un tío con opiniones, un tío que escucha pero que selecciona lo que escucha, un tío que defiende sus principios, que lucha, que se mueve, que tiene interés por las cosas, que acota su terreno y que mira con recelo a los que van de buena onda y que hasta que lo demuestren no sé fía de ellos. Y como todo esto no existe al completo, me quedo con las intenciones de las personas.
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