EL SOL DE LA TRANQUILIDAD

No supe lo que hacer, pero aún así y todo..., lo hice. Y hoy en día esa es mi carta de presentación y mi melodía de cada día. Puedo meter la pata y hasta las trancas, pero os aseguro que haré algo, que tomaré una decisión y que  después ya veremos si he metido la pata o he acertado en plena diana o en plena almorrana. Que el que no arriesga, no arriesga y se queda comiendo su sopa boba y para toda su penosa vida. Y el  que arriesga, ay!! el que arriesga, a veces se pone delante de un pelotón de fusilamiento y anima al personal a que apriete el gatillo y para que dispare de una vez por todas.

Pero en otras, ay!! pero en otras uno se siente el dios salvador de los infiernos más tenebrosos y con su varita mágita y con un poquito de suero en la vena y que sea de suero glucosado al 50% y a todo trapo, levantas al Averno de sus entrañas y lo pones del revés y donde estaba la cara, ahora estará el culo y donde estaba el culo ahora estará la duda (que no todo es tan fácil). Todo depende del momento y de las circunstancias, pero sin riesgo no hay nada, sin riesgo solo puede haber la quietud infinita y la inmensa tierra de nadie y donde ni crecen las flores, ni las malas hierbas, solo se mueve el polvo de los muertos y de algunos que yacen sin ser enterrados o sea Zombis sin corpore in sepulto y a pelo suelto.

Y no hay más que lo que tenemos, pero tampoco hay menos. Si luchas podrás tener recompensa y a lo mejor te toca un viaje a Canarias y con subida al Teide incluída, pero si no luchas. te tocará la miseria de cada día y sin Teide, ni ostias benditas, lo único que subirás será el próximo escalón para llegar a tú feretro y eso y con suerte, si previamente has pagado el seguro. A veces el Ocaso llama a tus puertas y para meterte la última quiniela. Y ya sabéis que el Ocaso es el Sol de la Tranquidad o eso dice su anuncio y si no lo sabéis yo os lo digo tan tranquilo y sin cobraros nada.