LA PRIMAVERA

Y es que hay momentos en que ni una foto ni hostias benditas. hay momentos donde corre la brisa y que levanta con su suave mano la cortina y después, va y te acaricia y claro, te produce un placentero escalofrío. Momentos de juegos de luces, de sol y de sombras y de aire fresco. Momentos que son inolvidables y que de momento carezco de las palabras y expresiones necesarias para poder describirlos, pero seguro, que algún días lo haré y por mis santos cojones.

Menorxca

Son días de Primavera, son días especiales, son días llenos de vida, son deseos incontrolados, son misterios sin resolver, son días de no preguntarse nada, simplemente son de dejarse llevar por el placer de las sensaciones. La Primavera es un canto a la vida, todo florece, todo crece, todo es una alfombra de pétalos de rosas. Y además no es tan bruta como el Invierno o el Verano, es calor suave y es frío reprimido. Parece que todo se despierta, que el mar se quita su túnica y que el cielo se viste con su reluciente traje azul.

Las noches se adornan con olores y llegado el ocaso del sol se visten de lujo: el jazmín, el azahar y demás, nos regalan con sus muestrarios de magníficos olores. Todo se despierta con la Primavera, el oído se pone fino por el canto de los pájaros, la pituitaria se pone loca, ante tanto desparrame, los ojos se salen de su sitio por querer quedarse con todo y los colores y las ¡tías! y.... Y bueno y ya sé, que  echarle flores a la Primavera está pasado de moda y que resulta cursi y zalamero, pero me importa un pito lo que se piense de mí, yo ahora lo siento así y así lo digo.