LA ESPERA

Claro que ahora estoy esperando los resultados de la Selectividad que tuvo mi hijo mediano y la verda, ¡es qué ya no puedo más!. No soporto ésta espera y que el chaval esté tan tranquilo. Yo estaría de los nervios, más o menos como estoy ahora. Quiero escribir cosas, pero mi cabeza y mis sentidos están en esa puñetera nota y como el capullo quiere hacer Medicina, como su madre y su padre, tiene que sacar muy buena nota. Los hay todavía estúpidos, pues a éstas alturas de la vida que uno quiera hacer Medicina es como tirarse por un precipicio y querer salir vivo.

Ahora estoy de rodillas pidiéndole a mi hijo que por favor entre y de una puta vez en la página de resultados y el muy cabrón me dice: papá tú estate tranquilo, que da igual saberlo ahora que dentro de 5 minutos. Y porque la tortura no está aprobada como método coercitivo, sino lo ponía en un potro de tortura y le arrancaría la nota. Esto de sufrir porque sí y en plan gratuito, no lo soporto. Menudos 5 minutos me está haciendo pasar el hijo puta, los peores 5 minutos de mi vida.

Y claro, quiero acabar mi disertación diciendo la nota que ha sacado, pero ¡coño! como tarda en llegar ese momento. Bueno, ya parece que por fin ya está en ello y supongo que en segundos ya tendré noticias y de momento, me enciendo otro cigarrillo y para conseguir esa pausa tan necesaria en estos momentos tan especiales. Y no puedo más, ya fumo compulsivamente, ya suspiro como un loco, ya me muerdo las uñas, ya me pellizco hasta en esas partes que duelen mucho más que mucho...La espera se hace interminable y cada segundo es una hora o un día entero. Bueno pues por fin, ya sé la nota y es más de lo esperado. Ya decía yo que el chaval salió a alguien y que no es precisamente a su Padre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

LA CAÍDA de Batania

Fue mi historia con ella como tirarse del décimo y encontrarse en el aire con una mujer que se había lanzado del noveno: pensé que nos unía ...