LA INDIGNACIÓN PERPETUA

Observo y porque si no sería ciego, que en las famosas redes sociales hay algunos que viven en un estado permanente de indignación o sea que por A o por B se pasan todo el día protestando y bueno uno o dos se aguantan, pero 50 y bombardeando todos al mismo tiempo, se hace como si estuvieras en una puta trinchera. Bueno no, últimamente se han alegrado por dos cosas: porque la izquierda en general ganó las municipales y porque en Grecia ganó el NO y ante esto yo me pregunto: ¿estas personas se alegran cuando les dan un beso o les regalan una caricia o les dicen algo tierno?...Quién sabe si pasa que para que se ablanden un poco, tiene que ser un beso de izquierdas o una caricia proletaria o un poema dedicado al pueblo...No sé, somos personas políticas y sociales, pero también somos personas que tenemos sentimientos y estos no siempre se corresponden con nuestros sentimientos políticos.

Por tanto yo soy de los que digo que la vida no es una suma de problemas, la vida son problemas y a veces demasiado fuertes, pero la vida también es belleza, es sentimiento, es amor, es dulzura y el no comprender esto te puede llevar a un estado permanente de cabreo. Vamos que para querer a alguien lo tienes que querer primero por sus ideales y una vez pasado ese filtro, ya puedes dejarte llevar por esos sentimientos encorsetados. Esto es como los que dicen que la Literatura y la Poesía tienen que tener aires reivindicativos y sino lo tienen, simplemente es Literatura o Poesía Burguesa.

De todas formas a mi me da igual que me tachen de burgués, pues a éstas alturas de la película ya me pueden llamar de todo que yo ya no me inmuto, porque mi postura en esto es clara y nítida, yo escribo sobre lo que me sale de los cojones y depende de como estén estos, escribiré de una cosa o de la otra y claro, sin cortarme ni un pelo. Los esquemas y los dogmas, se los dejo a los enfermos mentales que necesitan los dogmas como tablas de salvación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Fernando Pessoa. "Yo plural"

  «Si, después de que muera, se quisiera escribir mi biografía. Nada más sencillo. Solo tienen dos fechas: la de mi nacimiento y la de mi mu...