Y a mi que me importa que la muerte siga mis talones, seguir los sigue y lo tengo claro. Desde hace un año me persigue y me muerde en mis gemelos y ya sé que son avisos o advertencias y tampoco hace falta que se haga borde y coñazo, que venga, que te doy otro toque y a ver si teenteras y yo no sé como decírselo, el que ya estoy enterado. Hombre en parte entiendo a la muerte, pues hay mucha gente que a pesar de mil toques, se hace el ovni, pero no es mi caso, mi caso es triste, porque la muerte siempre es triste y es romántico, porque la muerte tiene un deje de romántico. Los cementerios para mi, son románticos, sí, un tanto barrocos y demasiado sobrecargados, pero siguen teniendo ese punto de belleza extraña yextraterrestre.
Muerte, yo acepto mi condena o que me está llegando la hora de pudrirme en los campos de amapolas, pero nuestro querido amigo Jack el Destripador, vayamos por partes, primero, que si la muerte quiere que me entere, que lo haga oficialmente y que me mande una carta sellada. Segundo, que necesito telegramas, ni más avisos corporales, me llega con los que tengo para darme como enterado. Tercero, que mientras no llega mi hora no quiero saber más de la muerte, pues sinceramente me tiene aburrido. Que me quedan dos telediarios, pues vamos a aprovechar el día de hoy y lo que me queda de mañana.
Que me deja 5 años de vida, pues mejor que mejor, pues me dará tiempo a hacer planes a largo y medio plazo. Yo lo único que exijo es que me lo diga clarito y sin un ápice de compasión. Yo en éste momento me siento preparado y sino fuera porque tengo tres hijos y que necesitan de mi apoyo económico y emocional, no me importaría tener que cerrar definitivamente el chiringuito, pues ya no lo tengo miedo a la muerte y ella, es que debería tenerme miedo a mí, porque mira que se la puedo montar en los Infiernos y más teniendo la caldera todo el día y noche encendida y ya se sabe, que sabe más el demonio por viejo que por diablo. Menudas orgías le montaría, orgías, despiporres y una juergas sin final.
Muerte, yo acepto mi condena o que me está llegando la hora de pudrirme en los campos de amapolas, pero nuestro querido amigo Jack el Destripador, vayamos por partes, primero, que si la muerte quiere que me entere, que lo haga oficialmente y que me mande una carta sellada. Segundo, que necesito telegramas, ni más avisos corporales, me llega con los que tengo para darme como enterado. Tercero, que mientras no llega mi hora no quiero saber más de la muerte, pues sinceramente me tiene aburrido. Que me quedan dos telediarios, pues vamos a aprovechar el día de hoy y lo que me queda de mañana.
Que me deja 5 años de vida, pues mejor que mejor, pues me dará tiempo a hacer planes a largo y medio plazo. Yo lo único que exijo es que me lo diga clarito y sin un ápice de compasión. Yo en éste momento me siento preparado y sino fuera porque tengo tres hijos y que necesitan de mi apoyo económico y emocional, no me importaría tener que cerrar definitivamente el chiringuito, pues ya no lo tengo miedo a la muerte y ella, es que debería tenerme miedo a mí, porque mira que se la puedo montar en los Infiernos y más teniendo la caldera todo el día y noche encendida y ya se sabe, que sabe más el demonio por viejo que por diablo. Menudas orgías le montaría, orgías, despiporres y una juergas sin final.
No hay comentarios:
Publicar un comentario