Estoy tan acostumbrado a ser desplazado por mis propios hijos y no porque me obligaran, sino que yo siempre pensé que mi deber como padre era entre otras cosas, que se sintieran cómodos en su propia casa. Y así, fuí aplazando y aplazando el tener mi propio estudio, pues lógicamente prefería que ellos tuvieran su propio lugar de estudiar y ahora, que se han ido los dos mayores, yo me hice okupa de su lugar y por supuesto, le hice bastantes cambios. He puesto una mesa de baratillo de Ikea, pero una mesa cómoda, he puesto plantas, cuadros, estanterías, lámparas y flexos y lo único que reciclé fue el sofá y ahora estaba colgando sus últimos cuadros.
Por tanto, queda inagurado éste pantano o éste Estudio y espero que me inspire y que mi Musa se sienta cómoda y segura. Ahora, sólo faltan esos pequeños detalles que tanto me gustan, los pequeños detalles que hacen entrañable cualquier estancia y que le dan el sello de tú autenticidad. Detalles Made in Bruno, detalles traídos de todo el mundo o del pueblo de al lado, pues a veces los detalles están más cerca de lo que tú te crees, pues la cuestión es sólo fijarse en la verdadera esencia de las cosas y en definitiva, esas esencias andan por las calles.
Tengo música, tengo flores, tengo plantas, tengo luz de flexo y de bonitas lámparas, tengo mis pequeños estuches llenos de viejos y nuevos recuerdos, tengo el alma esparcida por ésta estancia y que a veces, se cuelga de un cuadro y en otras, se cuela por la ventana. Es mi sitio, es mi cueva, es mi cárcel voluntaria, pues yo quiero encerrarme en ella y por eso, los pequeños detalles tienen tanta importancia. Voy a sumar horas y horas en éste lugar y debido a ello, lo cuido y lo mimo con tanto primor. Quién sabe si hasta moriré en éste sitio y por supuesto, aporreando el teclado de mi portátil, y como decía el otro: moriré con las botas puestas o para ser más claro, moriré con el traje de faena.
Por tanto, queda inagurado éste pantano o éste Estudio y espero que me inspire y que mi Musa se sienta cómoda y segura. Ahora, sólo faltan esos pequeños detalles que tanto me gustan, los pequeños detalles que hacen entrañable cualquier estancia y que le dan el sello de tú autenticidad. Detalles Made in Bruno, detalles traídos de todo el mundo o del pueblo de al lado, pues a veces los detalles están más cerca de lo que tú te crees, pues la cuestión es sólo fijarse en la verdadera esencia de las cosas y en definitiva, esas esencias andan por las calles.
Tengo música, tengo flores, tengo plantas, tengo luz de flexo y de bonitas lámparas, tengo mis pequeños estuches llenos de viejos y nuevos recuerdos, tengo el alma esparcida por ésta estancia y que a veces, se cuelga de un cuadro y en otras, se cuela por la ventana. Es mi sitio, es mi cueva, es mi cárcel voluntaria, pues yo quiero encerrarme en ella y por eso, los pequeños detalles tienen tanta importancia. Voy a sumar horas y horas en éste lugar y debido a ello, lo cuido y lo mimo con tanto primor. Quién sabe si hasta moriré en éste sitio y por supuesto, aporreando el teclado de mi portátil, y como decía el otro: moriré con las botas puestas o para ser más claro, moriré con el traje de faena.
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