Yo tengo un perro, mejor dicho tengo dos y lo siento por los animalistas y por todos los defensores de los animales, pero ya no puedo más y lo voy a explicar y porque me apetece hacerlo y no porque me sienta obligado y que quede claro. Primero que, yo desde hace años había decidido y porque tengo derecho a ello, no tener más animales en mi santa casa y ahí, quedó la cosa. Segundo, que uno de mis hijos quiso tener un chucho y ya me negé en redondo, pero hizo labor de zapador y como el que no quiere la cosa, se trajo en un bolsillo un perro. Tercero, que con el segundo perro pasó más de lo mismo y con la unica diferencia que el que lo trajo fue mi hijo pequeño. Y en total la suma es: dos perros, dos rabos, dos hocicos y cuatro patas y de vez en cuando unos cuantos piojos traídos de la puta calle.
Y un inciso, aquí queda perfectamente demostrado que soy un puto calzonazos y que no es oro todo lo que reluce y que perro ladrador es poco mordedor. Y quinto y definitivo, es que ahora los dos perros están encerrados en el patio y claro, hay que sacarlos de vez en cuando y ese hijo que tenía tanto empeño con el perro, ya no vive en mi casa, pero su puto perro sí que vive aquí y ya sé y me adelanto al futuro, que el resto de sus días seguirá viviendo en mi casa. Aparte que ladra y tiene un ladrido tan superagudo que te perfora el tímpano y te desastibiliza la cadena gangliolinfática, que traducido, es que te entran unas horribles ganas de secionarle las cuerdas vocales.
Y yo quiero quererlos, pero no puedo y porque más que amor animal y hasta que la muerte nos separe, lo que siento es odio, puto odio animal y unas ganas de matarlos que no veas. Pero bueno, siempre se me aparece la conciencia, esa vieja bruja que no tiene escoba, pero que te da un poco de su pócima y de inmediato, te ablanda la sesera. Y por eso me pasa, que cuando veo en las redes sociales esas fotos de perros con esos mensajes que hablan de que el amor de perro es más auténtico que el del ser humano, que el perro es el mejor amigo del hombre, que son más cariñosos y demás lindezas...yo pienso en mis perros y me entran ganas de llorar y no por ellos, sino porque no sé como explicar que deseo hacer un perricidio y que en realidad, me los tengo que comer con o sin patatas.
Y un inciso, aquí queda perfectamente demostrado que soy un puto calzonazos y que no es oro todo lo que reluce y que perro ladrador es poco mordedor. Y quinto y definitivo, es que ahora los dos perros están encerrados en el patio y claro, hay que sacarlos de vez en cuando y ese hijo que tenía tanto empeño con el perro, ya no vive en mi casa, pero su puto perro sí que vive aquí y ya sé y me adelanto al futuro, que el resto de sus días seguirá viviendo en mi casa. Aparte que ladra y tiene un ladrido tan superagudo que te perfora el tímpano y te desastibiliza la cadena gangliolinfática, que traducido, es que te entran unas horribles ganas de secionarle las cuerdas vocales.
Y yo quiero quererlos, pero no puedo y porque más que amor animal y hasta que la muerte nos separe, lo que siento es odio, puto odio animal y unas ganas de matarlos que no veas. Pero bueno, siempre se me aparece la conciencia, esa vieja bruja que no tiene escoba, pero que te da un poco de su pócima y de inmediato, te ablanda la sesera. Y por eso me pasa, que cuando veo en las redes sociales esas fotos de perros con esos mensajes que hablan de que el amor de perro es más auténtico que el del ser humano, que el perro es el mejor amigo del hombre, que son más cariñosos y demás lindezas...yo pienso en mis perros y me entran ganas de llorar y no por ellos, sino porque no sé como explicar que deseo hacer un perricidio y que en realidad, me los tengo que comer con o sin patatas.
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