Pues resulta que Irlanda aprobó el matrimonio Gay, por amplia mayoría. Y yo no sé si alegrarme por ello y porque por un lado deben tener los mismos derechos que todos, pero por el otro, me da pena que se haga un referendum por semejante tontería. ¡Joder, por casarse!, pues si que tiene huevos la cosa. Y además que los Gay tengan los mismos derechos que los demás, no debía una cosa que se tuviera que votar por el resto de los ciudadanos y si es un derecho fundamental, pues tiene que ser un derecho que no debe ser votado por nadie, simplemente debe ser aplicado y punto.
Yo si fuera maricón y a mucha honra, no estaría dispuesto a someterme a una votación donde van a participar una serie de elemEntos que lo único que quieren es meterte un palo por el culo y que te saliera por la boca y después, venga a darle vueltas en el asador. Y bueno, lo de casarse si que me toca la vena sensible y además me pone del revés. Ya está y tanto está, que hasta los Gay que fueron marginados y por todos los lados, ahora ya están adaptados perfectamente al sistema, pues nada que les vaya bien y lindo en su aventura marinera y de ramos de flores.
Vamos para que después se acuerden de mi cuando les vuelvan a dar el palo, que yo ya me encargaré de recordárselo. Pues eso, cásate capullito y acepta las reglas del juego. Que pronto se olvidan los viejos palos sociales y que pronto se adaptan a lo que hay. Por eso no acepto que el casarse sea una conquista, es más bien una mierda pastelera que le entusiasma a los que siguen las telenovelas, sólo que ahora habrá algunas de maricones diciendo el SÍ QUIERO..