LA MALDAD Y LA BONDAD

Ya digo, ya digo que son las 9 y media de la noche y que en función de que soy un chico bueno, ya tengo que ir pensando en mi descanso nocturno, aunque antes tengo que ver una peli y ya veremos cual me cae ésta noche. Hoy después de comer vi una de Tarantino, sí la famosa "Pulp Fiction", que yo pensaba que ya había visto y resulta que siempre me había quedado en sus principios. No está nada mal la peli y además está llena de detalles escabrosos y eso a mi, me gusta y me entusiasma. La secuencia del disparo en el cerebro dentro del coche es fantástica y después, todas las escenas de limpiar el coche lleno de sangre y esparcido de sesos (éstas escenas me gustaron por ser escabrosas y un tanto guarras). pero bueno, tengo que cuidar un poco mi imagen y por eso, tengo que decir que además me gustó el argumento y la música.

Me encanta la maldad de los malos y ese matar a un ser humano igual que matan a una mosca que les molesta en una tarde de verano. A mi los malos, me gustan que sean malos hasta el fondo y que no tengan una pizca de compasión, pues para eso son los malos. La bondad me gusta, pero no me gusta tanto, pues la bondad es empalagosa y siempre acaba igual: el chico besa a la chica y después, se casan.  Ya conocéis el resumen de la bondad: de bebé fuiste muy bueno, de adolescente no fuiste rebelde y ni siquiera manchabas los calzoncillos a base de pajas, de estudiante universitario no te metías en líos revolucionarios, de adulto te casaste y tuviste unos hermosos y buenos hijos y ya de abuelo, fuiste un abuelo ejemplar, pues te dedicaste con pasión a cuidar de tus adorables nietos.

Y todo esto, está convenientemente mencionado en el manual de la bondad. Y yo prefiero ser malo y prefiero haber sido un bebé rebelde y llorón y un adolescente que se mataba a pajas y se cargaba pajaritos y un estudiante incendiario y por supuesto, un adulto que se casó, pero que también se divorció y que por el medio, tuvo tres lindos y preciosos hijos y que de ellos solo espero una cosa: que por encima de todo no me quieran limitar en el papel de abuelo bondadoso, aunque tengo que reconocer que con los niños pequeños o bebés desarrollados, siempre tuve una gran debilidad, pero solo les pido que sea yo el que puede elegir esa opción.

SÁTRAPAS

Yo no soy dócil, pero sí soy maleable. O sea no soy obediente y porque sí o porque le sale a alguien de sus partes y porque eso se llama imposición y a su vez la imposición, implica dominación. Sí y ya sé que me vais a decir que es muy fácil hablar desde aquí y que seguramente en el curre tendré que chupar mucha mierda y al final, tener que obedecer por los cojones de alguien y suele coincidir que son los de tu jefe. Bueno está bien y reconozco que un poco de esto hay, pero solo un poco y hasta cierto punto. Yo chupo lo necesario y lo imprescindible, pero claro eso, es como no decir nada o mucho, porque el concepto de necesario e imprescindible no está tan claro y cada uno lo define a su manera y según sean las circunstancias de la chupada.

Y al lo largo de mi vida, claro que he chupado y he chupado mucho y de buenas y malas maneras y ahora hazme cosquillitas y ahora dame un beso en la punta de la p.... Y quién diga lo contrario, es que miente como un bellaco y porque en ésta vida ya nacimos chupando la teta de nuestra madre y después, solo vamos cambiando de envase. Pero quietos y parados, porque yo voy a cumplir 60 tacos y a esa edad no me tose nadie y el que me tosa y me eche cojones, le saldrá muy cara la broma. Que como veis ya no me corto con nada y si tengo que reconocer que soy un viejo loco, lo reconozco y hasta lo publico. Y es que perdí la vergüenza con el paso de los años y también he perdido el miedo y por eso si tengo que llamar a un tío, gilipollas, se lo llamaré dos veces y hasta puede, que tres.

Ya no me corto un pelo y porque me importa una mierda lo que los demás piensen de mi y me refiero a los bien pensantes de ésta sociedad o sea, a los que le importa más la apariencia y el quedar bien. Y ante ellos yo me radicalizo y se ponen los pelos del culo de punta y eso es señal, de que ya estoy desquiciado. No soporto a los sátrapas que te ponen buena cara y que en cuanto te das la vuelta, te ponen de vuelta y media y como sé que me van a poner a parir, pues prefiero que mi relación con ellos sea resolutiva y directa y eso significa que desde el principio es mi obligación el llamarles gilipollas a la cara y así, no perdemos un precioso tiempo.

LIBROS Y QUINIELAS

A mi me gustaría que éste ordenador oliera a tinta impresa y a sudor de dedos y bueno, también con el complemento del rico olor a papel y de esa mezcla saldría un rico bollo del horno. Pero ya no son tiempos de olores a biblioteca humedecida por las telarañas del tiempo, pues hoy en día a lo que huelen las bibliotecas es a enchufes medio quemados. De todas formas siguen existiendo los libros y esa lucha a los tecnócratas de poca monta, no les va a resultar tan fácil, pues de alguna forma tendrán que reconocer su fracaso relativo con los libros electrónicos y digo relativo, porque hubo un momento que se encontraron saboreando las mieles de la victoria, pero las batallas no sólo hay que ganarlas, hay que ganarlas y después, hay que consolidarlas. Y cuando llegó su momento de consagración, resulta que empezaron de nuevo a resucitar los libros de papel y letra impresa.

Y hoy estamos entre dos aguas y por un lado sigue el libro virtual y por el otro, sigue el puto libro de siempre. Y está claro que yo apoyo el libro tradicional, pero como soy un tío que ando a dos velas, no me voy a gastar la poca pasta que tengo, en la fabricación de un libro de tinta y de papel. Y esto no es como en las películas y por eso de ir dejando borradores de libros por las editoriales, ¡qué va!, es mucho más complicado y tienes que tener amigos en todas partes, además de tener un amplio abanico de empalagosas relaciones. Y yo no estoy para relaciones patateras y mentideras y menos por ese fin, que en definitiva es un fin en si mismo, pero por el que no vendo ni un ápice de mi viejo y enjuto cuerpo.

Y puede ser que algún día suene la gaita y que de repente se abran los mares, pero mi sentido de viejo pellejo me dice que: que desconfíe de la casualidad y más, si la casualidad te acaba favoreciendo. La casualidad existe, pero solo existe para joderte y lo bueno, nunca es casual y por una simple razón: porque tú te la trabajas o sea, que te la buscas o te lo consigues. Sí y ya sé que existe al tío que le toca la Quiniela o la Lotería, pero no sé si os habréis dado cuenta de que siempre le toca a un pringado de mierda y da igual que sea un tío con o sin pasta, porque se fundirá la pasta enseguida y en un buen montón de chorradas ostentosas, ya sabéis: yates de cuatro quilates, chalets de alto rango, bugas de alta gama, hoteles de 20 estrellas, farlopa de la mala pero a toneladas... y al final ¿qué queda?, pues queda volver totalmente arruinado al redil.

Y puestos así, yo prefiero que no me toque nada, ni la Quiniela, ni la Lotería, ni demás artilugios de dinero fácil y soy consecuente con ello, pues yo no juego a nada, bueno sí a una cosa, que es a una especie de pupurri de todos los juegos y lo hago en el bar de la esquina y en donde desayuno todos los días y por una sola razón: si realmente tocara y yo no jugara, no podría volver por ese sitio. Por tanto juego, para poder seguir hiendo a desayunar al mismo sitio y porque el café me sabe de perlas y la tostada me sabe a gloria. Y es que al final, el puede ser que toque, es la principal atracción de cualquier juego y yo no soy ninguna excepción.

ALGÚN DÍA ME LLOVERÁ

Hoy está un día precioso, un día tirando a primaveral y que ya sé que no estamos en la Primavera, pero no soy el único engañado, pues hasta los árboles y flores empiezan su floración primaveral y ya veremos como acaba la cosa. Lo más seguro es que acabe mal, pues llegará el fuerte frío invernal y dejará ese proceso de floración en estado de congelación y adiós, Almendras y adiós Hibiscos y adiós Rosales. Bueno, hay quién dice que éste veranillo invernal que es cíclico y que por tanto, que va a ser transitorio y hay quién dice que estamos entrando en plena época del calentamiento global y que a partir de éste año, ya no va haber marcha atrás y entonces, que ya empieza la decadencia climática y el derretir de los hielos. Pues, yo voy a hacer como el partido de Ciudadanos y me voy a quedar en el puto medio y puede ser transitorio y puede que haya algo de calentamiento global.

Si yo soy un tío de clase media, como lo soy, me tendré que quedar en el puto medio de todo y así, repartir chicha para los dos lados, aunque sinceramente yo prefiero escorarme para el lado de los pobres y muertos de hambre y eso no se escoge, eso se tiene o no se tiene. Vamos, que el que yo tenga debilidad hacia los desamparados, es una cuestión congénita o hereditaria y estoy seguro que alguno de mis antepasados ancestrales cojeaba del mismo pie izquierdo que yo, porque en cambio, en los familiares  más cercanos no tengo antecedentes y precedentes y los que aún están presentes, todos tiraron para el lado pijo de la vida y hoy en día, van de pudientes de medio pelo, es decir, siguen ejerciendo de clase media queriendo ser más.

"Queriendo ser más" y éste es el viejo lema de mi familia y por parte de Padre y por parte de Madre y ya juntos los dos, el querer se convirtió en ambición. Y es que nunca llega en esa carrera y tienes algo y quieres más y si tienes más, quieres tener mucho más. La ambición ciega, la ambición por ambicionar y por ostentar, porque el verdadero problema no está en tener, sino en hacer que tienes y aunque estés a dos velas tienes que ostentar tu poderío o tu falso poderío. Pues lo siento mucho, yo estoy a dos velas y lo reconozco y no me enorgullezco de ello, pero tampoco me avergüenzo y estoy a dos velas y tal y como lo estamos muchos. Claro que yo tengo otros valores dentro de chistera, tengo el valor humano o el valor de ser persona y ese está, por encima de todos y la pasta y como decía el otro, algún día me lloverá.

EL HARAKIRI

Un trabajo y una faena bien hecha te dejan, cuando menos, que satisfecho o te dejan lleno y digiriendo. Hay que saber digerir las cosas buenas y más si esas cosas están hechas por ti y por tus manos, pero eso sí, sin crecerte demasiado. Bueno, aunque si te creces un poco demás, tampoco pasa nada, pues yo soy de la teoría, de que si se puede, hay que ir un poco de sobrado, por lo menos para que te quede un resto y por si acaso las cosas se retuercen. Cuando uno va demasiado justito, a veces no llega y esto es como una puta batería que acumula la energía. Que vamos a ver, más vale pájaro en mano que ciento volando, que más vale asegurarse de que lo que deseas lo vas a conseguir, que arriesgarte a morir a los pies del objetivo.

Por tanto, yo estoy hablando actitud vital y de mantener el tipo en alto y por encima de la media y eso en otro lenguaje se llama "ir de sobrado". Y como dice un buen gallego ante la comida, más vale que sobre a que falte y por eso mis paisanos se ponen tibios con el papeo. En ésta Isla en la que vivo no pasa eso, pero esto es el Mediterráneo y aquí se come mucha berenjena, calabacín y sobrasada, pero nada de grandes e inmensas chuletas, nada de cocidos indigeribles, nada de potajes revienta intestinos y por supuesto, aerofágicos. Cada sitio tienen su propia despensa y sé que mi tierra gallega es en éste tema es especial y que allí vale la pureza de la materia prima y por encima de mi cadáver y aquí el valor o el concepto de la comida es otro, que no es mejor ni peor, simplemente es otro.

Pero volviendo al tema que toca, hay que ir por la vida sobrado de autosuficiencia y aunque sea mentira y si es verdad, pues para que contaros, entonces vas arrasando con todo lo que se menea. En ésta vida hay que ser agresivo, pero no de forma gratuita, es decir tienes que ser agresivo por defensa propia e incluso si te adelantas al ataque del enemigo te irá mucho mejor por la vida. Como decía Herodes hay que matarlos antes de que crezcan y el tío se liquidó a todos los niños de la tribu, pues hay que hacer lo mismo con el enemigo, hay que aplastarlos antes de que se desarrollen y se conviertan en adultos viperinos. A las víboras hay que matarlas en el mismo nido y antes de que empiecen sus arrastres corporales. Y es que uno va de culo si espera demasiado, si espera a ver que hace el contrario y a ver si ataca o se hace tu amigo y lo siento pero esto es así, pues uno a la primera de cambio sabe perfectamente si el que tiene enfrente va a ser amigo o enemigo y ese es el justo momento del ataque. Y dejémonos de historias, la primera intención es la que vale y si ella te dice, éste tío no es trigo limpio, hay que lanzarse directamente a su yugular.

Y como el 99% de las veces vas a acertar, no pasa nada y si fallas, siempre queda "el lo siento" y "el perdona" y a otra cosa mariposa, que no voy tan sobrado de tiempo. Porque hay algunos que se recrean con "el perdón" y venga a darle vueltas y más vueltas y cuando todo es mucho más sencillo: "perdón y punto pelota". Y si quieres que te pida perdón, te pido perdón, pero no me autoanalices, ni te pongas a profundizar en mis motivos personales, pues uno pide perdón porque simplemente se equivoca, pues por equivocarme, no me pidas que me haga el harakiri.

SÁBADO

Sábado, primer sábado después de mi cumpleaños que fue el día 5 de febrero y ese día el mundo tuvo la mala suerte de saber que en una esquin...