LA DISTANCIA Y EL PASO DEL TIEMPO

Que de nuevo estoy libre, que de nuevo me echaron y después de pasar 24 horas de guardia y ahora son las 9 de la mañana y llevo despierto desde las 3 de la madrugada. Estoy en pleno subidón libertario, aunque no le reflejo muy bien con las palabras, pero si con la suelta de adrenalina y es esa suelta la que me hace pensar y sentirme un hombre nuevo, como salido del taller con un chasis nuevo. Bueno, el día está de ni fu ni fa, nublado, sudoroso o sea, está caldoso y denso y hoy no concuerda con mi estado de ánimo, pues hoy estoy yo por encima del tiempo y me importa un huevo que esté nublado o que hayan apagado el ventilador del viento. La quietud del día no tiene nada que ver con mis inquietudes, porque por suerte aún tengo algunas.

Y a mi mente acuden los viajes o  el viaje pendiente, el que está dentro de mi cabeza y que no sé concretar, pero antes de meterme en la pomada tengo otros asuntillos que arreglar o mejor dicho, que aclarar. Siguen aún pendientes algunas cosas del querer o de esos amores incomprendidos, cosas que no tienen solución pero que aún se retuercen entre mis neuronas y es que la guerra no se gana en dos días, bueno ganar se gana pero después queda la reconstrucción o la post guerra y ésta no se soluciona en dos días de mierda.

Y estoy herido pero no estoy muerto, estoy lastimado pero no estoy amputado, estoy jodido pero no estoy rendido y sólo quiero salir de aquí. Como se dice, quiero coger distancia y porque con el factor distancia las cosas cambian y lo que ahora te parece un mundo, desde la distancia te parece una china en el zapato y esto no me lo he inventado yo...han sido otros antes que yo los que sacaron ésta conclusión. Yo en éste caso, sólo corto y copio y me convenzo de ello...porque necesito convencerme
y porque no me queda otra, necesito creer en que todo tiene solución y en que la distancia y el paso del tiempo serán mis grandes aliados.