EL VIENTO Y LA PAZ

El viento, el viento mi gran aliado y hoy hubo viento y la luz con el viento se hace especial y entonces me supongo, que yo también brillaré de otra forma y manera y por eso en el día de hoy, me siento un ser especial. Pero bueno y todo hay que decirlo, yo en general me encuentro especial muchos días de mi vida y con o sin viento y con o sin Luna (que es otra de mis debilidades), con o sin mis insomnios y mis pesadillas. Por ejemplo hoy, hoy estoy entumecido por mi falta de descanso, pero ya sabemos lo que nos dice al respecto el el refranero popular: "que la procesión va por dentro" y por dentro, soy todo un volcán en erupción constante y es que no me apago ni con un baño de agua fría, primero porque no me meto ni de coña en agua fría y segundo, porque me siento incombustible y  tal y como si llevara puesto un traje ignífugo.

Pues ahora el Viento se ha calmado pero a mi me ha dejado todo excitado y es que ahora no quiero calma y además odio la tranquilidad. Ahora quiero guerras, asesinatos, revueltas, batallas, barricadas y manifestaciones violentas. Como en mis tiempos en Santiago de Compostela y que después de una aburrida Asamblea de estudiantes, sentaba como dios una bonita y agresiva manifestación y venga palos y venga carreras y venga a gritar consignas y exabruptos a todo trapo y al final y como no podía ser de otra manera, dormías como una puta Marmota. Pero claro, ahora vivo en un pueblecito sumamente pacífico y nadie se alborota ni dice nada de más ni de menos, bueno YO..., pero ahora yo valoro un huevo y la yema del otro, como decirlo, mi clandestinidad o sea, el pasar desapercibido dentro de mi Pueblo.

Yo ya dije mis cosas y en su momento, pero ahora adoro la tranquilidad vecinal y mira que médico más buena persona y que majo y que simpático...y yo pienso para mis adentros: no lo seré tanto, ni de coña lo seré tanto, pero me da igual y porque mi primer y último fin, es el que me dejen en paz.

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