Necesito escuchar mi voz...
....la tuya, no,
la tuya es como una gota de lluvia dentro de mi
conducto auditivo,
y así salpica y oxida mis delicadas Trompas de
Eustaquio,
la tuya me entra... y me explota...
y me sacude por dentro y oprime mi masa
encefálica,
la tuya me aturde...
y es cuando me doy cuenta que yo amo el silencio,
como si quisiera volver al Útero materno
y así escuchar el murmullo de las venas
o el rugido de las arterias que me alimentan,
pero sé, que mientras te digo esto y lo otro...
y además, aclaro mis deseos y designios,
tú me seguirás hablando,
dirás que el mundo no es justo,
que no hay derecho ni derechos,
que hoy llueve y tenía que estar un día espléndido,
que el sol se pone una hora antes
y que no puedes con tantas horas de noche,
....que hay que hacer un montón de cosas,
....que no duermes igual que antes,
....que de noche todos los gatos son pardos,
...que yo, no te mire tanto
y si me tienes que decir algo, dímelo,
y sino calla y hasta que la muerte nos separe
y cuando yo balbucee algo
y empiece por el consabido, yo pienso
o yo creo y no estoy seguro...,
me mirarás con cara de incrédula
y el tono de tu voz será más agudo que el de antes
y tus palabras serán más puñales
y tus frases sonarán a metralletas,
y una ráfaga y dos o tres ráfagas,
y muere gusano y no levantes cabeza
y con el puñal te daré la última puntillada...
y como ves,
tengo demasiadas razones para no querer oír tu voz.
....la tuya, no,
la tuya es como una gota de lluvia dentro de mi
conducto auditivo,
y así salpica y oxida mis delicadas Trompas de
Eustaquio,
la tuya me entra... y me explota...
y me sacude por dentro y oprime mi masa
encefálica,
la tuya me aturde...
y es cuando me doy cuenta que yo amo el silencio,
como si quisiera volver al Útero materno
y así escuchar el murmullo de las venas
o el rugido de las arterias que me alimentan,
pero sé, que mientras te digo esto y lo otro...
y además, aclaro mis deseos y designios,
tú me seguirás hablando,
dirás que el mundo no es justo,
que no hay derecho ni derechos,
que hoy llueve y tenía que estar un día espléndido,
que el sol se pone una hora antes
y que no puedes con tantas horas de noche,
....que hay que hacer un montón de cosas,
....que no duermes igual que antes,
....que de noche todos los gatos son pardos,
...que yo, no te mire tanto
y si me tienes que decir algo, dímelo,
y sino calla y hasta que la muerte nos separe
y cuando yo balbucee algo
y empiece por el consabido, yo pienso
o yo creo y no estoy seguro...,
me mirarás con cara de incrédula
y el tono de tu voz será más agudo que el de antes
y tus palabras serán más puñales
y tus frases sonarán a metralletas,
y una ráfaga y dos o tres ráfagas,
y muere gusano y no levantes cabeza
y con el puñal te daré la última puntillada...
y como ves,
tengo demasiadas razones para no querer oír tu voz.