¡NO!...NO SOY INVENCIBLE

No...no...no...

¡no!...no soy invencible,

tengo mi puto Talón de Aquiles de mierda,

y mi historia es como cualquier historia que tienen los demás,

tiene un  principio y tiene un final

y por el medio tengo millones de batallas sin terminar,

que algunas aún están pendientes de dilucidar

y en general no me atrevo a decir

que la balanza se inclinó del lado del bien,

porque ¿qué es el Bien y que es el Mal?,

para mi, estar bien o mal depende del estado del ánimo

y si estás bien ¿que te importan las tempestades que tengas por delante?

y si estás mal pasa un Mosca volando y te lanza a los brazos de la depresión,

cualquier detalle te puede hundir en la miseria más absoluta

y en el otro lado... hasta un simple beso te puede elevar por encima de las nubes,

 un simple y pequeño detalle sin importancia puede tener más poder que una bomba atómica,

pero claro, tienes que estar predispuesto

y sobre todo tienes que tener el estado mental adecuado para realizar semejante viaje,

el cuerpo, la mente, el alma y toda tu puta máquina de funcionar,

las articulaciones dispuestas para ese gran salto,

los tendones tensados y hasta su grado máximo,

los Pulmones llenos y pletóricos,

el Alma engrandecida y en modo esponja,

la savia y la sangre entregadas a la causa

y la mente abierta y en expansión constante,

y aún así y todo...

¡no!...no soy invencible.

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JULIO CORTÁZAR