ENERO

Dulce y melancólico Enero,

mes frío por nacer en pleno invierno,

mes duro porque el agua se convierte en hielo,

mes en blanco por estar sin blanca,

algunos le dicen, mes de transición,

supongo que se referirán a la transición de un año en el siguiente,

porque por lo demás es un mes muy definido,

es claramente invernal,

es frío hasta la bandera,

es mes de estar en casa,

de ir a currar y al volver encender la chimenea,

y a partir de ahí ya no me meto...

pues cada uno es muy libre de hacer lo que quiera...

yo, sobre todo, dedico mi tiempo a la escritura y a la lectura,

¡hombre!...

 de vez en cuando me dejo sucumbir a los encantos de una buena película,

y poco más le pido al mes de Enero:

deleitarse al calor amable de la chimenea,

pensar en todo y pensar en nada,

crear sin ponerse obsesivo,

leer, escuchar, oír, sentir, querer,

entender, intuir, discernir, 

decidir y siempre y pase lo que pase, decidir,

proponer, dilucidar, amar, componer,

escribir, volver atrás (retroceder)

e iba a decir: volver a nacer,

pero volver a nacer es otro tema

y que además, no tiene nada que ver con el mes de Enero,

pero ya que estamos digo que:

que si pudiera volver a nacer lo haría en el mismo mes en que nací,

Febrero o puede que hasta en Enero,

 sería en el más crudo invierno,

nevando y diluviando,

frío a muerte y ¿como no?...

con mi Chimenea siempre encendida.