AQUÉL DÍA DEBÍ DEJARLO






Aquél día debí dejarlo

una luz interior se encendió

y pude ver el peligro del sin sentido...

pero no,

porque todo era demasiado bonito

y ¿quién es capaz de parar el amor

por una simple intuición?...

pero ahí estaba ella

(la intuición)

en el medio de aquella fiesta

y hoy en día

esa intuición me sigue haciendo daño,

sigue metiendo su dedo en la llaga

y no deja de preguntarme

si después de todo... mereció la pena...

creo que al final le tendré que dar la razón,

aquello fue un amor que nació amputado,

sin brazos, sin piernas,

que no pudo caminar

ni moverse del sitio

y lo que no evoluciona se muere

y eso fue lo que nos pasó

que los dos morimos en el intento.

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JULIO CORTÁZAR