Que no me sueñes
que no me sueñes porque me duele,
cada sueño tuyo
es un dardo envenenado,
cada vez que me pasas por las estreches de tu mente
aplastas mi cuerpo y huesos como una boa constrictor...
Tú, no lo sabes
pero en la distancia
me sigues haciendo daño
y cada palabra escrita que lleva tu huella
es una agresión a mi inteligencia
y una herida abierta en mi pobre alma inmunda,
me agredes, me alteras,
me descompones y no me das más opciones,
yo me revuelvo con más fuerza, si cabe
y contraataco por el flanco más débil,
yo también sé aprovechar los resquicios que dejan las mentes,
me cuelo y no pregunto
y cuidado
porque cuando me instalo
no respondo de las consecuencias.

No hay comentarios:
Publicar un comentario