¡SIN DOLOR!





Mi suerte

es haber caído de pie

y con los dos pies al mismo tiempo,

ni uno un poco antes

ni el otro un poco después,

los dos a la vez y como debe ser,

como tú y como yo

que debíamos caer juntos y a pies juntillas y sin paracaídas,

ni yo antes... ni tú después

o al revés,

porque en éste caso el orden de los factores

no altera el producto o resultado

y el resultado fue...

que uno cayó antes que el otro,

que uno se partió la pierna o las dos,

mientras el otro, salió indemne e ileso,

ahora bien

¿quién ha sido el uno o el otro?

yo visto desde fuera

parece que me había partido no una, 

sino que destrozado las dos piernas,

pero como se dice en el desierto,

amigo mío, 

eso es un espejismo que tú has visto pero que no es,

parece que hubo fractura o fracturas

y lo que en realidad hubo

fue un simple esguince

que se curó por primera intención

y tengo de testigo mis radiografías

con fecha, nombre y apellidos

y entonces digo yo

¿qué serías tú?...¿qué serías tú?...

pero que va...

nosotros hemos sido la excepción a la regla,

seguro que ni tú ni yo nos hemos partido las piernas,

tus cicatrices fueron curada al sol otoñal

y las mías con una plasta de hierbabuena con saliva de murciélago,

y ahora

vivimos libres y sin cicatrices

o por lo menos,

así me gustaría que fuera,

libres, sin cicatrices

y por supuesto, ¡sin dolor!.

LA OPCIÓN B







No hay algo más duro

que caerse de culo

y al mismo tiempo decir, 

que no ha pasado nada

y cuando tu culo está roto por dentro,

...pues no señor...

tu culo nunca se rompe,

bueno digo, en esas veces que te caes sobre él,

el culo te lo rompen por otras cosas

que todos conocemos y además, sabemos

y que son indescriptibles

y como son indescriptibles

yo no os las voy a narrar,

pero volviendo a ese dolor inhumano en que me había quedado,

pues el tema es comparable

a cuando te dejan por la causa que sea

y a ti te ha cogido la cosa en pelotas,

y claro, empiezas a decir y para que no se te note,

que ya lo venías venir desde hace un tiempo

y por eso aquél día dijiste esto y no lo otro y bla, bla, blá...

pero que de verdad...¡no pasa nada!

yo te querré igual,

no tengo ningún resentimiento hacia ti

y mientras por dentro 

te arden las entrañas con fuego del mismo infierno

y que pena

porque los dos creíamos en esto,

era nuestro proyecto común,

pero claro,

ahora no quieres hablar de esto

y no te preocupes, que yo tampoco,

pero porque tienes tu alma rota

y lo que no sabes y yo te lo digo

es que nunca más volverás hablar de ello con ella,

puede que un día lo hables con otra persona,

pero ya no será lo mismo,

será todo más descafeinado

y mucho menos dramático

y volverás a mentir de nuevo,

dirás:

¡que tampoco te importó tanto!

total aquella historia estaba acabada

desde tiempos inmemoriales,

(creo que antes de nacer tú y ella,

aquella historia estaba acabada de por sí)

y lo que ustedes no saben y yo tampoco,

es que lo que no vomitaste en ese momento

no lo vomitarás nunca más,

quizá parecido pero no tanto,

quizá una copia sin tanto tono melodramático...

pues al fin y al cabo,

lo que realmente importa es el no ensuciarse al vomitar

(hay que seguir viviendo y mejor si lo haces no vomitado)

y porque además, después te tendrás que limpiar,

y por eso y ahora visto en esa perspectiva vital que te dan los años,

 la opción B tiene su peso en oro,

es decir, mejor seguimos hablando otro día

y ya cuando lo dices

sabes que ese otro día será en la otra vida.



LÁGRIMAS DE COCODRILO







Es verdad que ahora

me emociono más fácilmente

pero también es la misma verdad, 

que mis lágrimas están más secas

por eso mis pobres ojos necesitan lágrimas artificiales,

hay quién dice que eso es por haber llorado tanto,

claro que mi caso no es ese,

yo por supuesto, he llorado y mucho,

pero ese mucho fue en cortos períodos de tiempo,

fue como también se dice...

unas cuantas crisis temporales y pasajeras pero profundas,

y en donde tenía lágrima fácil

y en donde me entraban ganas de llorar por todo,

cualquier excusa me servía,

desde una gran alegría,

hasta un pequeño desprecio sin importancia,

o mismo cualquier tontería sin más,

creo que hasta un simple roce

alteraba mis lágrimas y compungía mis penas, más,

mi árbol favorito de aquellas,

era el sauce llorón

mi bandera era un pañuelo enjugado en lágrimas y mocos

mi animal preferido

era el cocodrilo y por sus famosas lágrimas,

y es más, cuando no sabía salir de un embrollo,

también me ponía a llorar todo desconsolado

y creo que era... para dar pena y lástima

y cuanto más lloraba más pena me daba,

pero me la daba a mi mismo,

 la otra persona me exigía

y tal como hacía yo en mis otros momentos,

me exigía argumentos de peso,

razonamientos válidos y contundentes,

verdades, pruebas, hechos y testigos,

y no esas mentiras verdades a medias

adornadas con todo el aparato lacrimógeno y fuegos de artificio,

y lo peor de todo esto,

es que casi nunca ablandé a la otra persona,

aunque siempre pensé que era...

 por ser de tan de lágrima fácil

y un estornudo

y se me caía una tonelada de lágrimas al suelo,

claro que cuando tenía verdaderos motivos y más,

lloraba igual que cuando no los tenía,

y eso, me desacreditaba

y era una mancha en mi expediente vital,

pero ¿qué os puedo decir?

mis lágrimas eran verdaderas

pero al parecer en esos momentos,

 me sobraban y desbordaban mi glándula lagrimal,

yo por mi y en aquél momento, 

hubiera cerrado el grifo,

porque al final tanto lloro desconsolado 

¿para qué?

pues como no fuera para comerme los mocos con disimulo

y para más adelante, dejarme seco de lágrimas

y es que tiene huevos

que en la vejez uno no pueda llorar con auténticas lágrimas de cocodrilo.

HOY ACABO DE VER

Hoy acabo de ver

que en el blog de Blogger (el mío) aparte de contabilizar

el número de visitas

o sea el número de veces que alguien entra en el blog,

cosa bastante lógica y fácil de entender,

porque así puedes saber si te leen mucho, poco o cero,

por lo menos te sirve de guía,

y no de guía terapeútica, 

la guía terapéutica va aparte...

bueno prosigamos con mi discurso inicial...

pues eso,

que el recuento de visitas te orienta

hacia si quieres ser leído y cuanto más, mejor

(ese es mi pensamiento)

o hacia si quieres seguir condenado al ostracismo,

vale hasta ahí... estoy de acuerdo

y no voy a entrar en polémica

ahora bien, si alguien lo sabe o se lo supone

que me explique porque se indica las veces

que se ha entrado a ver el perfil del autor del blog,

no sé hacia que puede orientar ese dato,

porque tampoco nos indica

si uno tiene un perfil alto, bajo o mediano

simplemente recalca el aspecto cuantitativo del asunto

y con la fácil que sería preguntar cuatro preguntas:

¿donde has nacido?,

¿en que trabajas?,

¿desde cuando escribes?

sexualmente ¿Cómo lo llevas?

y dejar un quinto punto al libre albedrío

y para que cada cual preguntara lo que quisiera,

yo en este punto estoy seguro de que preguntarían,

¿de donde saca usted tiempo para trabajar, para leer, 

para escribir, para cocinar y al mismo tiempo cuidar su jardín?

pues primero... que no lo sé,

y que segundo... que el concepto tiempo es muy subjetivo,

sabemos que el tiempo es relativo

y uno en un minuto o dos, escribe un libro

y otro en cambio, necesita un siglo,

no hay tiempos iguales,

como no puede haber las mismas sensaciones,

nos pasamos la vida intentando explicar el porqué de las cosas,

pero mi porqué es mío

y a veces tiene que ver algo con el tuyo

y otras veces, no,

y cuando tiene que ver... no hay dos explicaciones iguales,

yo soy de los que primero pienso el asunto,

(ahora, me refiero al método)

después, lo medito

y por último decido

y una vez decidido procuro que no haya vuelta atrás

ahora bien, si hay que volver atrás, se vuelve

porque vamos a ver... 

no hemos nacido sabidos,

la equivocación es otra forma de aprender,

el retroceso te puede servir para coger más carrerilla

y además, es de sabios el saber rectificar

y volviendo al puto perfil

pues yo os cuento,

mi perfil es alto (digo, mentalmente)

y es más gordo que hace 8 años (físicamente),

tengo cicatrices en mi perfil que no se ven a simple vista,

primero hay que acariciarme un poco,

después y cuando esté relajado,

hay... y si me dejo,

hay que arrancarme piel a tiras

y entonces y sólo entonces,

podréis ver el mapamundi de mis cicatrices,

hay alguna que llega hasta las profundidades de mi ser,

y hay otras que son como lunares al sol,

pequeñas, negras, redondas y superficiales,

y que con el paso de los años,

algunas se han convertido en garbanzos o guisantes negros

con raíces que llegan hasta las profundidades,

que podrás erradicar

o simplemente, puedes ponerte a esperar

a que se conviertan en lindas coliflores o repollos,

ahora bien... os aviso,

¡que no son comestibles!.

SIEMPRE EL MISMO DÍA

No sé el porqué ni el como...pero se me vino a la cabeza éste Poema, desde luego por fecha no es (porque sencillamente era otra fecha) y debe ser por pura nostalgia... simple y llanamente.




Siempre el mismo día,

a la misma hora y en el mismo lugar,

y pase lo que pase

y así pueda arder el mundo

y así desaparezca la aurora boreal de la faz de la Tierra,

sé que nos veremos ese día...

y a la misma hora y en el mismo sitio,

y bajo la luz del mismo Faro

y sentados en la misma piedra

y allí nos veremos año tras año,

nos contaremos como nos va por la vida

y recordaremos el día en que nos conocimos,

¡sí!, 

nos acordaremos de aquellos besos temblorosos

y de aquellas caricias dubitativas,

y del olor de tu pelo y del aroma de mi cuerpo

y como aquél día hicimos planes,

claro de aquellas no sabíamos que...

que nuestro único plan

iba ser vernos el mismo día

y a la misma hora y en el mismo sitio 

y año tras año...

y bajo la luz del mismo Faro.



YO HE SIDO MUCHAS COSAS Y A LA VEZ Y AL MISMO TIEMPO

Aquí estamos de nuevo, buscando cosas, rebuscando en otras, removiendo pasados y no dando un punto a ningún remordimiento. Le hecho hecho es...