"En la otra orilla de la noche
el amor es posible
ha quedado poco.
Podía haber quedado un universo entero
y repleto de emociones...
pero no,
quedaron unas migajas de nada,
una cuantas malas hierbas
y un jardín destrozado
por la agonía de nuestros sentimientos.
"CUANDO, en pleno deshielo,
el río remonta
hacia la fuente,
y su curso sesgado se alimenta
lo mismo que un espejo
de tu faz, y apartado
de ti me lo devuelve,
convertido en tiniebla
y en deslustrado espanto...
Názcanme ojos de ciega,
unos ojos vivientes
en la punta del dedo
con el fin de leerte y no perderme
en viejos simulacros
sin contornos
que al igual que un remanso
me devoran la noche."
Maria Mercè Marçal
Menos tu vientre
Menos tu vientre,
todo es confuso.
Menos tu vientre,
todo es futuro
fugaz, pasado
baldío, turbio.
Menos tu vientre,
todo es oculto.
Menos tu vientre,
todo inseguro,
todo postrero,
polvo sin mundo.
Menos tu vientre,
todo es oscuro.
Menos tu vientre
claro y profundo.
Hay momentos
que son para comérselos con los dedos.
Si apenas los aplazas un segundo,
se van a su libre albedrío
y a ti te queda el vacío que han dejado.
Hay momentos
que son estrellas fugaces,
son rápidos, son ligeros, son alucinantes,
son culebras que brillan a la luz de la luna
y que de vez cuando
se convierten en luciérnagas que centellean.
Después,
todo se va apagando
y el escenario de luces y colores
se vuelve, blanco o gris o negro,
después como mucho
te queda un fondo oscuro
que siempre te sabe a poco.
