QUISIERA...

 

Vale

no me rindo

no me rindo por mucho que quieran algunos.


Quisiera estar contigo

y quisiera 

estar contigo entera

y sin que me temblaran las pestañas

y los dedos inseguros

que de vez en cuando

se ponen como velas encendidas

que poco a poco se van consumiendo.


Quisiera ser

un duende con alas

y un hombre libre

que por dentro se araña

y se hace daño...

Quisiera ser ese hombre extraño

que apenas dice nada

pero que te mira

como si fueras su propio suspiro

que siempre se escapa.

JUAN JOSÉ MILLÁS

 

El problema de comprarte un teléfono móvil es que luego no te llamen. El otro día me invitó a comer un viejo amigo que nada más sentarse en la mesa colocó sobre el mantel su teléfono con el gesto con el que de un policía habría colocado su pistola o un matón sus atributos sexuales. Yo me asusté un poco al principio, aunque no le debía nada: habíamos quedado en aquel restaurante para recordar viejos tiempos y hacer un repaso amable de nuestras vidas. Luego, cuando nos sirvieron el vino y los aperitivos, intenté olvidarme del trasto, aunque no era fácil, pues estaba muy cerca de mi copa y parecía una cucaracha muerta.

En cualquier caso, quien no podía olvidarse de él era mi amigo, que cuando llegó el primer plato comenzó a mirarlo con odio, porque no sonaba. A partir de ahí, la comida se convirtió en una pesadilla, pues la tensión no dejó de aumentar. Uno no puede colocar un móvil sobre la mesa y que luego no suene sin sentirse profundamente humillado. El caso es que tengo una capacidad innata para hacerme cargo de las humillaciones de los otros, así que comencé a pasarlo peor que él. Cuando nos sirvieron el postre, habría dado todo lo que tengo porque el teléfono sonara, pero tengo muy pocas cosas y no sonó. Mi amigo estaba verde. Entonces llegó el café y se me ocurrió una idea: le agradecí que hubiera desconectado el teléfono para que pudiéramos hablar con tranquilidad. Aquello no sirvió sino para aumentar su sensación de fracaso, pues era demasiado evidente que me había invitado a comer para mostrarme cómo despachaba asuntos urgentes a través de la cucaracha inalámbrica.

Al despedirnos, se le saltaron dos lágrimas que atribuyó a la emoción de la despedida, aunque los dos sabíamos que lloraba porque no le habían llamado. No puedes comprarte un móvil si no tienes garantizado que suene seis o siete veces durante una comida: es muy humillante.

Eduardo Galeano


 

"Quizá sea momento de cambiar, de soltar, de mandar todo a la mierda y volver a empezar. Quizá sea el momento de sacarle un sol a esta tormenta, de reírse sin parar, de volar sin tropezar. Quizá sea el momento de encontrarnos, abrirnos los ojos y largarnos a soñar"

Eduardo Galeano

JÚPITER


 

Así es mi tierra


 

Así es mi tierra:

Un cruceiro de granito

manchado de hongos húmedos

que juegan a ser blancos y negros.

Un bosque de eucaliptos

(que ya sé que joden)

pero ahí están

y ahí están al borde del mar

y con las mejores vistas.

Un mar azul de océano extenso y profundo,

algo plomizo por las nubes,

amarillo iluminado al fondo

y como si estuviera ardiendo el cielo

da miña terriña.

EL DESENLACE

 


Estoy empezando a buscar

el desenlace de mi vida.

Estoy en los primeros peldaños

y desde ellos ya puedo ver mi fin

y mi destino.


Vamos a ver,

a mi no me amarga un dulce

y he gozado y como un loco

de placeres y amores.

Y sí

siempre se puede pedir más

pero si de algo me siento satisfecho

es de haber cumplido en esto.

he querido hasta los intestinos

me han querido más allá de la muerte

y en realidad

he sido un puto privilegiado en el amor.


Todo esto no quita

una buena cantidad de sinsabores

y malos rollos como demonios.

Hubo épocas nefastas

en las que me podría cagar en todas mis castas.

Mentiras en el día a día

obsesiones como tambores,

celos al por mayor, 

dependencias demasiado siniestras,

variopintas drogadicciones,

monos con mucho dolor,

pensamientos suicidas

y apatía generalizada...


Pues, ni todo esto

me ha quitado mis ganas de vivir

y de seguir viviendo.

Solo espero que la puerta que cerrará mi vida,

lo haga con la misma suavidad  con que me siento, ahora.

LA LUNA IMPORTA


No os puedo contar
que la luna es una aceituna que se puede comer
y después,
escupir el hueso y con todo tu desprecio
y como si sobrara allí arriba
y como sino no importara su luz de luna...

Porque no es verdad,
la luna importa y mucho.

La luna se comió
su luz interior
y después
hizo reflejos en el estómago del universo
y lo que iba a ser una buena digestión
se convirtió
en el peor ardor sideral
y desde ese día
la luna ha sido reconocida
con todo su esplendor de estrella rutilante.

La luna importa
e importa mucho.

LIBERTAD (Paul Eluard)


 

"...En la ausencia sin deseo
en la soledad desnuda
en las escalinatas de la muerte
escribo tu nombre.
En la salud reencontrada
en el riesgo desaparecido
en la esperanza sin recuerdo
escribo tu nombre.
Y por el poder de una palabra
vuelvo a vivir
nací para conocerte
para cantarte
Libertad".

Paul Eluard

DÍAS DE PAJA



La verdad es que...

es que no sé que escribir.


Hay días de paja

en los que escribir

es como mirar al Everest

y pensar

¿no será mejor

 que lo suba otro?.


Yo me rindo antes de salir,

no pongo condiciones a mi rendición,

y si hace falta me declaro

cobarde y cagado y miedica,

pero yo

no me muevo del campamento base.


Que suban todos esos aventureros de medio pelo

que tienen esa necesidad de poder decir

he subido a la cumbre del mundo,

pero claro, se olvidan

del mogollón que han pagado por ello.


Yo si fuera un serpa

primero, les cobraba como toca y más

segundo, los subiría a toda hostia

y para se fueran asfixiando un poco más

y tercero y ya en la cima

les preguntaría:

¿Queréis llegar abajo?

pues de uno en uno

ir firmando éste cheque en blanco.

ME ABURRO POR AQUÍ, ME ABURRO POR ALLÁ...

  Me aburro por aquí, me aburro por allá, haciendo esto o lo otro me aburro igualmente. O sea me aburro por los cuatro costados y me siento ...