No hay nada más directo que la palabra,
ni las balas matan tanto como las palabras bien lanzadas
y al centro y hasta dentro
y atravesando músculo y fibras
y destrozando neuronas y vainas de mielina
y horadando almas que saben que se están muriendo.
No hay nada más claro que la palabra,
apuntas y las disparas con todas tus ganas
y todo salta por su acierto y por su onda expansiva,
y es tal su poder
ni las balas matan tanto como las palabras bien lanzadas
y al centro y hasta dentro
y atravesando músculo y fibras
y destrozando neuronas y vainas de mielina
y horadando almas que saben que se están muriendo.
No hay nada más claro que la palabra,
apuntas y las disparas con todas tus ganas
y todo salta por su acierto y por su onda expansiva,
y es tal su poder
que hasta uno cuando la dispara
siente que esa palabra estalla antes de matar.
siente que esa palabra estalla antes de matar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario