No soporto las palabras afiladas y oxidadas.

 


No soporto las palabras afiladas y oxidadas.

No soporto las palabras que primero te hieren 

y después te estallan como granadas en la boca.

No soporto las palabras que no parecen nada

 que se cubren de un suave velo de terciopelo,

pero que en realidad son dardos envenenados

que se clavan en el alma y las entrañas

y que por fin, te matan.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

JULIO CORTÁZAR