El beso perfecto es...
es el beso que tú me has dado,
sí... ese beso que brotó de tus labios,
y que por inercia se posó en los míos,
fue un beso entre lo divino y lo humano,
un beso de araña, suave, tierno y amortiguado,
fue un beso envuelto entre fiebres de verano.
Un beso perfecto,
fue mi primer beso,
un beso apocado, inseguro y tímido,
un beso de temblores y mezcla de sabores,
sabor a saliva con mucha adrenalina,
y dulce de gusto y amargo de miedo,
y a partir de ese momento,
sólo tuve una idea
y una fijación dentro de mi cabeza,
que siempre y siempre,
perseguiría tus besos perfectos...
Por eso,
y sólo por eso... yo te persigo,
desde aquél día en que me diste el beso perfecto,
y busco como un poseso tus labios de miel
y tu boca de planta carnívora,
y daría mi vida por ellos,
y juro que desde ese beso,
estoy marcado y soy tu esclavo,
y sólo sueño y duermo en la comisura de tus labios,
y cada noche y antes de dormir,
doy un beso al aire,
y ese beso es sólo para ti,
y por supuesto,
para que caiga sobre la suave seda de tus labios.

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