Un niño de seis años
observa atentamente
los cinco mil libros
de mi biblioteca
y me pregunta,
muy interesado,
si yo los he escrito todos.
Le contesto sinceramente que no,
sólo una ínfima parte.
Entonces, pierde todo interés
y se va a jugar con el ordenador.
Tiene razón:
¿cómo podría sentirme orgullosa
de tan poca cosa?
los cinco mil libros
de mi biblioteca
y me pregunta,
muy interesado,
si yo los he escrito todos.
Le contesto sinceramente que no,
sólo una ínfima parte.
Entonces, pierde todo interés
y se va a jugar con el ordenador.
Tiene razón:
¿cómo podría sentirme orgullosa
de tan poca cosa?
No hay comentarios:
Publicar un comentario