No me figuraba que a mis 64 años,
estuviera donde ahora estoy,
que no es en la puta cumbre
pero tampoco estoy el reino de las cloacas.
Es una dicotomía parabólica
que no tiene pinta de tener solución...
Me moriré recomiéndome en mis propias contradicciones
y eso que algunos dicen
que con la edad se tiene más claridad,
creo que lo voy a contestar de una manera suave,
es una burda falacia...
Lo único que se adquiere con la edad es más experiencia,
pero la experiencia puede servirte para elevarte hasta el infinito
o para hundirte en la puta miseria,
depende...
todo depende del cristal con que lo mires,
la experiencia es un punto y seguido
el problema es saber hacia donde sigue ese punto...
Pero hoy voy a rasgar mis vestiduras
y me voy a poner más sincero y más melodramático...
no me figuraba que a mis 64 años
podía mirar a la vida de cara,
yo me figuraba más encogido anímicamente,
más derruido, más alicaído,
más dependiente de todo y de todos,
desde luego hace 30 o 20 años
no hubiera apostado por mi,
me veía más como mi padre
a los 60 años
casi desaparecido del mapa,
se prejubiló,
se encerró en su casa,
se hizo trasto viejo siempre cabreado
y a los 60 años ya se estaba preparando
para picar billete.
Uno de mis miedos más tenebrosos
era cuando pensaba que esto se podía heredar,
y de momento, no,
pero no debo descuidarme,
el miedo se cuela por cualquier agujero y fisura.
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