Cada vez que te encuentro en el recuerdo,
tu mano tímida acaricia mi espalda,
como si un agujero negro naciera del blanco,
como si algo brillante y dorado emergiera de entre ríos de plata
y es tal su intensidad...
tu mano tímida acaricia mi espalda,
como si un agujero negro naciera del blanco,
como si algo brillante y dorado emergiera de entre ríos de plata
y es tal su intensidad...
que entonces todo me desborda y me inunda...

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