¿UN BARCO?

Mi Pueblo (Es Castell) y unos preciosos veleros.

 Hoy ví pasar por delante de mis narices unos preciosos barcos de vela. ¡Que preciosidad de barcos! y como siempre que te quedas encantado con algo, lo quieres tener para tí. Pensé en que ya podía yo tener uno de esos espléndidos barcos y ya me veía yo vestido de patrón de yate y con el timón en mis manos y viento en popa y a toda vela y hacia el horizonte y venga a recorrer todos los mares de la Tierra y del Universo entero. Pero a continuación llamó el puto realismo a mi puerta y cuando le abrí la puerta, simplemente me dió una buena bofetada y por soñador y atontado.

La medianía, como yo, no tiene derecho a barcos de vela o si lo tiene pero te tienes que dejar las pestañas y medio sueldo en ello. Para la medianía, los mejores barcos son los de los amigos o conocidos que te llevan un día a dar un garbeo. Ya digo que si es te apasiona mucho el tema, aún puedes tener un barco, pero a costa de mucho tiempo y constancia. Yo en mi vida, sólo tuve un barco, que no era barco, era una lancha de segunda mano. La tuve en la época que viví en Corcubión (Costa da Morte - Galicia) y me costó de pasta muy poco. Todo era ilegal en aquella lancha, el título de patrón era inexistente, la lancha no tenía matrícula y por supuesto, menos tenía un seguro.

Pero bueno, en aquellos tiempos y sobre todo en aquella zona perdida de la mano de dios, lo raro era ver algo legal. Pues la puta lancha de mierda, sólo la podía poner en marcha 5 o 7 días de Verano, el resto de los días no era posible por el mal tiempo. 5 o 7 Días en todo el año y para que en los días de Temporales se mantuviera a flote había que hacer labores de achique y de comprobar los amarrres. Total, que me pasaba el Invierno mojándome como un imbécil y para casi tenerla de adorno. De esa aprendí la lección y la cosa o te entusiasma o es mejor navegar cuando te invitan.