A veces dios ha dado pan a quien no tiene dientes, pues se lo ha dado a quién no puede masticar y solo puede deglutir o tragar. No necesitan dientes estos señores, pues primero lo olisquean, segundo lo tragan y por supuesto después y más tarde, lo cagan. Algunos le llaman tener ambición y mejor si es ambición ciega, ciega y sin principios. Y claro, en éste mundo en que vivimos esto está premiado y se cambian los nombres y las denominaciones, pero el fondo es el mismo, es premiar a los ciegos ambiciosos.
Si es el mismo cuento de siempre. Yo empecé de limpiabotas en mi barrio que era pobre e inmundo inmundo y aún así ahorré algo. Después pasé por varios oficios a la vez y cada cual más pringado y aún así seguí ahorrando. Al final entré de aprendiz en una oficina de una empresa y poco a poco me fui abriendo hueco: seguí de recadero, pasé a ser oficinista de poca monta y por último me hice dueño de la empresa. Y aquí estoy yo, de emprendedor que empezó siendo un nada y todo ganado con el sudor de mi frente.
Y se olvidan muchas cosas de éste cuento tan bonito y tan bucólico. Se olvidan de todo lo que pelotearon, de todo lo que se chivaron, de todo lo que robaron, de todo lo que mintieron para llegar según ellos, a la cima. Y ¿que van a premiar éste tipo de señores?, ¿van a premiar al compañerismo, van a apoyar que seas un tío legal, van a premiar que sea honrado o que sea un ser humano?, pues no señor, es fácil y demasiado sencilla la respuesta correcta. Premian al hijo puta, al que sea rata de alcantarilla y al que sea más carente de escrúpulos y tenga mejoresd tragaderas. ¿Y es un mundo al revés o no?
Si es el mismo cuento de siempre. Yo empecé de limpiabotas en mi barrio que era pobre e inmundo inmundo y aún así ahorré algo. Después pasé por varios oficios a la vez y cada cual más pringado y aún así seguí ahorrando. Al final entré de aprendiz en una oficina de una empresa y poco a poco me fui abriendo hueco: seguí de recadero, pasé a ser oficinista de poca monta y por último me hice dueño de la empresa. Y aquí estoy yo, de emprendedor que empezó siendo un nada y todo ganado con el sudor de mi frente.
Y se olvidan muchas cosas de éste cuento tan bonito y tan bucólico. Se olvidan de todo lo que pelotearon, de todo lo que se chivaron, de todo lo que robaron, de todo lo que mintieron para llegar según ellos, a la cima. Y ¿que van a premiar éste tipo de señores?, ¿van a premiar al compañerismo, van a apoyar que seas un tío legal, van a premiar que sea honrado o que sea un ser humano?, pues no señor, es fácil y demasiado sencilla la respuesta correcta. Premian al hijo puta, al que sea rata de alcantarilla y al que sea más carente de escrúpulos y tenga mejoresd tragaderas. ¿Y es un mundo al revés o no?

No hay comentarios:
Publicar un comentario