TAL para CUAL

Yo me llamo TAL
y al principio de todo,
éramos TAL para CUAL.
Ella por supuesto, se llamaba CUAL.
Estábamos enamorados hasta las trancas,
aquello era un amor con letras mayúsculas de neón.
Y así fue y hasta que un día,
empezó a crecer el para que quedaba justo en el medio
y se fue haciendo extenso, grande e inmenso
y el para se hizo PARA con letras mayúsculas
mientra el Tal y el Cual se hicieron pequeños y distantes.
Poco a poco se hicieron anónimos
y cuando Tal llamaba a Cual,
el corazón de Cual no latía como antes lo hacía
pero Tal insistía con esa perseverancia que tanto le
caracterizaba.
Mientras Cual seguía a su bola,
ideaba historias de pájaros y flores,
creaba mundos que creía nuevos y llenos de imperfecciones,
soñaba entre sus cuatro paredes
y de vez en cuando balbuceaba algo...
que traducido venía decir
lo siento pero ahora ya no te veo.
Y Tal...lo acabó entendiendo.
Tal guardo silencio
y por respecto a ese mismo silencio
entró en el silencio más espeso y mudo
que nunca antes se había conocido.
Tal recogió su ropa
y se fue sin decir ni adiós
y entonces Tal desapareció del mapa
y aún hoy en día,
le siguen buscando...
pero yo sé
que Tal está dentro de mí
y porque ahora habla conmigo.

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JULIO CORTÁZAR