No es tan terrible querer compartir
lo que no se debe compartir
y por ser tan íntimo
y porque así te fue enseñado...
y lo íntimo debe quedar entre los dos
te decían día sí y día también.
Pues yo voy a compartir
lo que yo quiero y porque me da la real gana
voy a compartir aquella preciosa tarde junto a la chimenea
y aquél maravilloso día de playa
y aquella noche donde vimos miles de estrellas fugaces
mientras yo apoyaba mi cabeza en tu estómago
y de vez en cuando nos mirábamos
y saltaban chispas y se oían truenos
y que bonito es poder compartir momentos como estos,
brillo en los ojos, piel excitada,
sonrisa perenne, labios mojados,
mirada cálida y cercana,
dedos entrecruzados
y sueños entremezclados.

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