En las afueras de la realidad,
viven en libertad nuestros fantasmas y nuestros peores monstruos.
Y de vez en cuando les dejamos entrar
para que puedan comprobar el estado anímico de nuestra ansiedad.
Fue mi historia con ella como tirarse del décimo y encontrarse en el aire con una mujer que se había lanzado del noveno: pensé que nos unía ...
No hay comentarios:
Publicar un comentario