En realidad...
no te dije nada nuevo.
Yo sé que me repito
y que canso y agoto
y que de vez en cuando me reboto
como un yonqui enmonado...
Yo sé que soy pesado,
que insisto con persistencia,
que peso como un peso pesado,
que no me convences tan fácilmente
con cualquier argumento...
Dios me dotó de dientes
y para morder y masticar
pero también me dotó de mi lado más terco,
soy tozudo,
soy un incansable tozudo
casi nunca daré mi brazo a torcer
ni casi nunca te diré
¡qué fácil es la vida!.
No hay comentarios:
Publicar un comentario