Cuando la vida nos aprieta de verdad
intentamos respirar por las agallas y por los poros,
al fin y al cabo somos como peces fuera del agua,
boqueamos ante la mala suerte
y nos rendimos al destino que alguien nos marca...
Otras veces escondemos la cabeza debajo del ala,
somos cobardía con algo de valentía,
por eso de vez en cuando rompemos la vida
y la mayoría de las veces
nos adaptamos a lo que hay y a lo que viene...
la rutina nos hace predecibles
el aburrimiento nos hace cansinos y repetitivos,
mientras el tedio nos cubre de una pátina de miedo.
intentamos respirar por las agallas y por los poros,
al fin y al cabo somos como peces fuera del agua,
boqueamos ante la mala suerte
y nos rendimos al destino que alguien nos marca...
Otras veces escondemos la cabeza debajo del ala,
somos cobardía con algo de valentía,
por eso de vez en cuando rompemos la vida
y la mayoría de las veces
nos adaptamos a lo que hay y a lo que viene...
la rutina nos hace predecibles
el aburrimiento nos hace cansinos y repetitivos,
mientras el tedio nos cubre de una pátina de miedo.

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