A veces, me convierto en árbol
me hago árbol centenario.
Primero echo raíces
en donde mejor me dan de comer.
Después, broto ramas y hojas
y a veces, me hago caduco
y por eso con el otoño
me dejo caer el pelo y parte de mi piel.
Soy más árbol que hombre
tengo más savia que pelo,
tengo más corteza que fina piel suave,
tengo más cielo que suelo
y tengo unas raíces tan profundas
que hasta llego a pensar
que procedo del infierno.

No hay comentarios:
Publicar un comentario