Cuando tú me encuentres de nuevo
primero
¡no te olvides de llamar a mi puerta!...
porque puede que me haya cambiado de cuerpo
o que esté habitando otro planeta.
Desde luego,
tú me has facilitado
el caparazón que llevo conmigo
y llueve y no me entero
y me hablas
y me entero mucho menos.
Ahora soy de la secta del silencio
y lo mudo y silencioso hace costra
sobre mi viejo cuerpo...
costra, que por cierto
hace mucho tiempo
¡ha dejado de sangrar!.
Cuando tú me encuentres
primero
¡no te olvides de llamar a mi puerta!...
porque puede que me haya cambiado de cuerpo
o que esté habitando otro planeta.
Desde luego,
tú me has facilitado
el caparazón que llevo conmigo
y llueve y no me entero
y me hablas
y me entero mucho menos.
Ahora soy de la secta del silencio
y lo mudo y silencioso hace costra
sobre mi viejo cuerpo...
costra, que por cierto
hace mucho tiempo
¡ha dejado de sangrar!.

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