Juan Pardo Vidal,
"Además, cuando lo piensa se da cuenta de que lo que le gusta del otro es ella misma. Nos gusta coincidir con el otro, nos encanta la zona sombreada de intersección, el lugar donde coincidimos en gustos, ya sean musicales, estéticos o sexuales. Lo que nos interesa del otro somos nosotros. Es decir, nos enamoramos de lo que de nosotros tiene el otro, lo cual no deja de ser una paradoja, porque el amor se supone que es algo ciego y desinteresado."

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