Algunos, más que otros
me recuerdan
a penas saltando en un campo de minas
y ojalá alguno de ellos pisara una y se acabaría tanta tontería.
Queremos ser algo... pues seamos.
Queremos ser prudentes y decentes
pues no seamos ni una cosa ni la otra
y empecemos por la primera lección de la vida:
si no te lanzas al vacío de la noche
es que no has conocido la noche
ni todas sus consecuencias tardías.
De noche todos los gatos son pardos
y casi todos tus sentimientos y miserias
están bañadas en alcohol
Las miserias salen a reflotar al día siguiente
y los sentimientos
se convierten en submarinos tocados y hundidos
en el mar de la desesperanza de la dura resaca.
Nada es lo que parece en la noche
las luces son de neón
las estrellas son fugaces y se desvanecen
y esa mirada furtiva que parece que indica algo
no indica nada
porque la mirada etílica de la noche
carece de brillo, ilusión y ánimo.

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